...Y EN LA NOCHE PROFUNDA COMO TUS ENTRAÑAS...
Me recosté sobre tus pasos porque estaba casi inerte de quererte. L a tierra estremecida y calcinada no pudo más y me extendió sus brazos, no vi tu cara ni la lluvia que siempre invernaba tus ojos. N o me detuve quede paralizado, mojado por tu olvido que me estremeció. E l viento, cielo y tierra y el azul del ocaso sellaron en mi boca un fuerte abrazo; y en la noche profunda como tus entrañas sollosaba la vida que lentamente se forjaba. M ientras el silencio con su olor a muerte a pasos lejanos se paseaba, mis manos como alas de ave sorprendida levantaba un vuelo inesperado, hacia lentas montañas mortesinas que solo el viento las besaba; y tus pasos quemantes y olvidados se hundian poco a poco en la aciaga tierra de mis labios. S é que algún dia he de levantarme así húmedo, mojado y regresaré sin avisarte, en una noche de luna aún no soñada.