TE ESPERE EN VANO
Era un cielo añejo oligarca como el mejor whisky. Eran muchas vivencias y muchos prejuicios. Era una tarde siniestra con macabras historias y con poca vergüenza. Era la misma gente humanos reemplazantes de muchos muertos. Los campos verdes estaban allí esperando que lleguen las sombras y las sombras que lleguen los habitantes de la soledad aquellos que gustan del perpetuo silencio. Todo estaba servido, la tarde mortecina el cielo oligarca caído De pronto legiones de humanos entraban muy lento casi sin mirarse, cantaban en silencio y los silencios eran mas fuertes y todos se abrazaban y estaban muertos bien muertos. Aquella tarde te espere en vano.