NO HAY MISTERIOS QUE ROBARLE A LA NOCHE
No hay misterios que robarle a la noche ni deseos ignotos que gozar. No hay luceros no hay ilusiones todo bajo el cielo es concreto es tierra y muerte es alegría y dolor. Todos los días tienen un hoy toda vida un final todo final un adiós. No hay tiempo para pensar, no hay tiempo para amar la rutina nos consume somos fuego sin apagar. Fugaces nuestros momentos sin plenitud de vivir el mañana es un ayer y el ayer un hoy. Nuestra meta lejos esta y aunque el camino sea claro de que nos vale llegar.