Por: Paco007
Como un velero de niebla,
entre golfos de olvido
y desmenuzados sueños
anclas en el dilatado
espigòn del crepùsculo.
Alli te puebla la espuma con estrellas de llanto
y te corona el otoño
con su tristeza de amaranto.
¡Pobre campana muerta!
¿Què viento lamerà
tu òrbita insomne?
Ahora que la sombra
se reclina en la luna
y la noche hunde su pupila
en el corazòn del tiempo.
PORQUE LA POESÍA ES VIDA Y VIDA VERDADERA, PORQUE ADEMAS ES LA MEJOR MANERA DE EXPRESAR TODOS NUESTROS SENTIMIENTOS, TODO AQUELLO QUE DE OTRA FORMA NO PODRIAMOS HACERLO, PORQUE ES UNA PIEDRA EN EL ZAPATO DE LOS PODEROSOS, POR ESO Y POR MUCHO MAS ESTE BLOGSPOT EXISTE
14 noviembre 2008
SOMOS UNA INÈDITA FIGURA EN LOS PÀRPADOS DE LA NOCHE
Por: Paco007
En què secreta palabra
se desliza la ebriedad
de lo que miramos?
Ahora que somos
una inèdita figura
en los pàrpados de la noche.
En què remota sombra
de hojas quebradas
gravita nuestra huella?
Ahora que se enajena
nuestra presencia
màs allà de los dìas.
Còmo podre unir
la orilla de esta tarde
con la saboreada ansia
de nuestras celebradas horas?
Ahora que nos rodea
una absurda pena.
En què secreta palabra
se desliza la ebriedad
de lo que miramos?
Ahora que somos
una inèdita figura
en los pàrpados de la noche.
En què remota sombra
de hojas quebradas
gravita nuestra huella?
Ahora que se enajena
nuestra presencia
màs allà de los dìas.
Còmo podre unir
la orilla de esta tarde
con la saboreada ansia
de nuestras celebradas horas?
Ahora que nos rodea
una absurda pena.
SUPLICA
Por: Paco007
Refùgiame en tus ojos abiertos
o en tu sonrisa
limite de la tristeza
y la alegria
Porque temo al aire de la noche
que cala los barcos
de los atrevidos sueños.
Refûgiame del aguacero
y del viento,
hasta que los ojos de todos
sean hondos de sol,
como el paisaje libre
en el corazòn de un niño
donde enjambres de abejas
tiemblan de ternura.
Refùgiame en tus ojos abiertos
o en tu sonrisa
limite de la tristeza
y la alegria
Porque temo al aire de la noche
que cala los barcos
de los atrevidos sueños.
Refûgiame del aguacero
y del viento,
hasta que los ojos de todos
sean hondos de sol,
como el paisaje libre
en el corazòn de un niño
donde enjambres de abejas
tiemblan de ternura.
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