Cualquiera se pone triste por muchas cosas.
La tristeza es consustancial a la vida.
Acaso habrá alguien que ha visto un muerto triste?.
De la tristeza brota la pena y de la pena nace el dolor.
Hay dolores que fulminan y otros burlones
que día a día nos dan fuerza y aunque están allí
latiendo en carne viva, torturando nuestra vida.
Son ya parte de nosotros, como el corazón.
Hay desesperación pero ahí estamos.
Hay angustia, hay desasasón, hay esperanza,
todo tiene una razón.
Son dolores persistentes, audaces,
cuando se van se les extraña y cuando regresan
son como los amores malvados, que nos hacen sufrir
pero los amamos, somos masoquistas, somos.
Hoy mi dolor está escribiendo y no se averguenza.
Es valiente, es feliz y no le teme a la muerte.
Pero me desangra