Jamás quiciera
retroceder,
como retrocede el cangrejo
sin nada que hacer,
jamás volveria a ser
lo que un dia fuí,
por más que lo extrañe
por más que aún
sienta las caricias,
de los besos que me dieron;
nunca escúchese nunca,
retrocederé
a los te quiero del ayer,
a la vida apacible
de los campos y valles,
de los atardeceres
de rojo sol
y de amaneceres
húmedos
con olor a mujer
y a violetas también,
no, no quiero regresar
a la canica y al trompo
y a trepar los árboles,
donde te vi
haciendo el amor,
con otro querer.