Querido blogger, mi corazón se secó,
pero mi cerebro creció y mis sueños
flotantes son ahora tierra palpante.
Mi armadura se robusteció,
pero mi niño interior se petrificó.
Necesito salir, perderme
en el laberinto buscando los colores
que ya no encuentro aquí.
Gracias, toca salir para ser feliz.