I ahora què,
cobarde y sin sentimiento,
tu que te asustas
al oir de sufrimiento,
porque jamàs
supiste de frio,
ni de hambre
ni de infortunio.
I ahora que,
podras de decir de mi verso
de esta angustia,
que llevo dentro
del dolor que por ellos siento,
del querer romper
la injusticia acumulada
en tu aliento.
I ahora que,
si en cada palpitar
de mi vida,
fui payaso para callar
lo que siento,
para gritar
cada vez màs fuerte,
la indiferencia tuya
y la que se llevò el viento.
I ahora què,
incapaz y presumida
indolente
y reprimida,
mejor serà
que te esfumes,
que te largues de mi vida!
