Que pena tan grande fluye
de tu ausencia,
que pena lejana y triste
revienta como una rosa
roja en mi cabeza,
no hay palabra precisa
para entender tu ida,
aunque el mundo siga andando,
soy la excepciòn
que se desploma y anochece
pausadamente.
Que soy ahora que te has ido,
tal vez un enjambre de pesares
o un vagamundo acorralado por las horas,
soy quizà una emociòn frustrada
de pronto me vuelvo nada,
mis labios paralizados
ceden el paso a mis dedos,
para que te expresen lo triste
que me siento,
ya nada apaciguarà mis dolores
ya nada devolverà la dicha a mis horas,
estarè extrañando los besos
como copos de nieve los siento.