Nací libre y lloré a solas
Vestido con mi piel mire, mas
todo era borroso
y el
ruido que sentía
me hacia enloquecer,
Me condujeron a mi primera celda
con un ropón a rayas,
y balbuceando una sonrisa
me recibieron los presos,
que
en conjunto
ensayaban una canción de
llanto,
mientras me drogaban con un biberón
y cuando me dormía todo era
sombras,
Mi vida parecía un vértigo,
mientras en la ventana de la
cárcel,
se asomaban los parientes,
con sus muecas torpes queriéndome
ver
o pensando tal vez que les
iba a sonreír,
Cuando se iban todos los visitantes
la celda quedaba casi a oscuras,
con una luz mortecina
y todos tratábamos de dormir,
mientras ellos o los otros
a modo de quererse mucho
y de quererme a mi también,
salían abrazados casi orgullosos
prometiendo todo al que acababa de
nacer,
Tres días duró mi encierro
y poco o nada podía ver,
Me llevaron a otra cárcel
con barrotes de madera era más
libre
pero cárcel al fin,
Todo el día veía a una señora
asomada por los barrotes riéndose
de mi,
Por las noches llegaba el carcelero
y con voz de querer ser mi padre
me sacaba del encierro
y me elevaba con sus manos,
mientras con mis ojos trataba saber
quién es
Y así fue pasando mi tiempo
de idiota, de interno aburrido,
hasta que llegó un día en que todos
gritaban
pegados a mis barrotes,
No cesaban de cargarme más yo no
sabía por qué
Luego decían en coro ya ha cumplido
un año el bebé,
Vaya como se pasa el tiempo
ahora me dejaban solo
esperando
que aprenda a correr,
Y el tiempo siguió pasando
Me liberaron a medias,
Y conocí a otros presos
a los que poco a poco empecé a
querer,
y seguía creciendo
Y al fin me liberé,
y ahora estoy aquí escribiendo mis
locuras,
y esperando algún día no ser.