Recurro al conocimiento
para invocar la emoción,
la llamo por su nombre en un susurro,
un susurro cargado de anhelo,
pero no por ella,
mi anhelo es por la escritura,
es por la creatividad,
lo que me hace susurrar la palabra,
que hace tiempo en mi no hay,
y no me interesa si vuelve,
solo que siempre la pueda recordar,
para escribir de ella un verso corto
mientras me recreo con mi amiga soledad.
La palabra de mis susurros.
solo el viento la sabrá