pOR:pACO007
Las horas siguen
sin rumbo,
masticando penas
y alegrias,
olvidando agravios
y dejando la puerta
abierta para el perdòn.
Parece que aùn
la mañana se levanta,
sudando la tierra
y acomodando
los lirios,
despuès de todo
la vida empieza otra vez.
No hay como
un dia soleado,
sentado en mis espaldas
acariciandome,
muriendo a las seis de la tarde
y dejando su lugar,
a la mùsica del viento.