09 noviembre 2025

EN LA NOCHE

En la noche vacía que contempló la nada,
vengo recordando que tengo alma,
el alma que me hace sentir,
y, al sentir, lo lleno todo.
La nostalgia
de los recuerdos del pasado
me envuelve en una nueva sensación;
el hambre de conocer y saber
qué hay más allá
de lo que habita en mi propia mirada.
Conocer nuevos horizontes detalladamente,
saber que hay alguien más
comprendiendo cada palabra que sale de mi boca.

A veces pienso que uno
también debería ser refugio.
Que no todo lo que nos hace únicos
tenga que hallarse
desde la perspectiva de otras personas,
si no en la calma que nos lleva
a aceptarnos a nosotros mismos.
El tiempo me ha enseñado
que amar no siempre es aceptar todo;
a veces, es detenerse.

Dejar que el silencio te abrace,
que nuestro propio caos se acomode,
que, en algún momento,
podamos refugiarnos en el amor;
en ese donde las miradas no necesiten entenderse,
donde el alma, aunque cansada, siga viva,
y que, en algún lugar del tiempo,
pueda encontrar hogar en otra alma,
en donde todo vuelva a tener sentido.