Ando buscando
una respuesta
a la vida,
a todo aquello
que existe
y lo veo,
ando buscando
tal vez
a la propia vida,
para
que me responda
si existe
Dios;
quiero
demostrar
a los incrédulos
que lo probable
tal vez demore,
pero lo posible no;
es una fuerza
irresistible,
una inquietud
real
cuando amo,
cuando tengo tristeza
y cuando hablo;
cuando
pienso
y me imagino
otros mundos,
otros cielos
y la misma fuerza
y el mismo amor;
cuando siento
la alegria
de vivir,
cuando intuyo
la tristeza
de morir,
cuando camino
musitando
la palabra,
la fuerza se hace
mas fuerte
y se convierte
en Dios,
lo vivo
porque está vivo,
lo sigo
en la caricia
de una madre,
en la esperanza
del adios,
lo sigo
en la sonrisa
de un niño
y en la pena
de los sufridos,
está dentro
de mis venas,
rugiendo
como mi sangre,
está
en la asusencia
de fé
y en la agonia
de los dias,
esa fuerza inevitable
permanece
como el viento,
como la propia vida
y le llamamos
Dios.