Los viernes son como
una resaca enorme,
de esas que nos dejan
sin conciencia;
los viernes son penas
sin gloria,
los viernes pertenecen
a nuestra historia;
cada viernes lleno
de penas blancas
y de mucha reflexión,
tal vez son de mucha muerte
y de poca compasión;
un viernes se murio Cristo
y un viernes naci yo,
un viernes besé por primera vez
y un viernes por la mañana
me detuve a ver un pez;
los viernes de cada mes
comulgaba en mi colegio
y me ponia a cantar
y soñaba en sortilegio;
los viernes a cualquier hora
pienso más en mi país,
en los niños de la calle
que se duermen siendo niños
y amanecen como viejos;
los viernes como hoy
también pienso en ti
y pienso en un nuevo
viernes sin poesia
y sin mi.