ODIO LOS SURCOS CUANDO SIEMBRAN VIDA Y COSECHAN MUERTE
Odio los acantilados
porque son la idea de la muerte,
porque en ellos he caído tantas veces.
Odio las profundidades los océanos
odio las caídas y los silencios,
odio todo lo que me semeja tierra
odio los surcos cuando son profundos,
cuando siembran vida
y cosechan muerte.
Odio las alturas y profundidades del alma
porque habito en ellas
porque habito en ellas
Vivo en los campos y me encantan los rosales
me encanta ver las aves volando en término medio,
contemplo los ocasos desde mi soledad
hago volar mis manos no muy lejano,
hago expandir mi pena por viejos rios
y mi llanto se exparse por todas partes como el trigo.
He de vivir por siempre en verdes pastos.
He de morir despacio conversando con los rios.