Sordo al recuerdo vivo sordo.
No necesito emociones
y mis manos son manojos de rosas.
Mis ojos convertidos en penumbra
en ausencia y en realidad.
No tengo sencibilidad de esas
que ilusionan y fuerzan sentimientos.
Vivo al garete de mis emociones
de aquellas emociones en libertad.
No tengo atavios ni controles
y paso mi palabra como noticia nueva.
Hace tanto que soy como viento, como olas de mar.
Hace tanto que no tengo momentos
y me fascinan las aves del mar.
No quiero tiempo ni espacio.
Más bien necesito tus labios para volar lejos
como las águilas y remontar montañas de besos.
Y aquí me tienes avisorando
un refugio de dignidad.