Me remeció un temblor
como la flor remese una rama.
Como el cóndor remese una montaña
o como tu mujer
me remeses en la cama.
Estoy por soñar contigo
con tus silencios silvestres
o simplemente con tu secreto.
No he pensado contarte nada
porque el silencio no se interrumpe
ni con la mirada.
Te noto extraña...difusa
digna de una solución legal.
Mas apuro el contingente de letras
que acompañan tu retirada
y me hacen frenar de golpe
a pesar de no pasar nada.
Ahora el viento arremete
contra la gente y el polvo pasa
como las aves que avanzan agolpadas
hacia la inmensa cordillera.
Estoy pensando y sigo así,
he reaccionado y tal vez no pensé en nada.
Recibe mi soledad que yace enferma
y necesita tanto de tu calor
pero mas de tu mirada.