Me propuse reírme de la vida
y una copa amarga me alcanzaron
quise decir amor y dije pechos
se asomo la ternura entre mis dientes
que convertidos en clavos
dejaron mi huella de repente
yo no se de engaños ni soledades
tal vez sea hermano de la muerte
y tú indefensa... arrebatada
apresada por la furia de mis celos
sonreíste fugaz y dulcemente
mirando al cielo fijamente.