02 agosto 2012

TODO PASA ATROPELLADAMENTE

Se va y viene la vida
como ola que 
en el océano revienta,
como lagrimas de cielo
en un triste verano.
Nadie detiene al tiempo
todo pasa inexorable.
Pasa el día pasa el hombre
siempre triste en el ocaso.
Conviven la vida
y la muerte
y lo demás librado
a su propia suerte.
Compungidos en un drama,
esperando sin respuesta
la verdad no esperan nada,
continúan caminando
por la misma cuesta. 
Solo el hombre con su nausea
espera siempre lo mismo:
espera su propia  muerte.