Estrepito silencio
garante de penas
y sempiterno dolor,
de mentiras violentas
y de maldito furor,
ausente y visionario
desleal con la suerte,
aca te dejo el beso
de muerte
que alguien desde
el vacio me arrojo,
mientras afuera
corren rios de sangre
alimentados del miedo
y risueños de amor,
ahora que es invierno
y las lagrimas se precipitan
en acumulados recuerdos,
como lluvia de mentiras
que el amor nos dejo,
y mientars los dias
se enfrian en delicado
marasmo,
la vida se va a raudales
y a solas morimos los dos
de egoismos normativos
de excesiva exactitud,
y traduzco en los errores
un universo ritual
de escritura malhadada
y de pecado mortal,
mis palabras estrechadas
en un clima ebrio y sonso,
no hay cordura
todo es furia en medio
del vendaval,
y los golpes extendidos
por el lugar olvidado,
lloran con rabia infinita
contra el subsuelo del alma,
y asi comienza el desastre
de dos seres que se amaron
sin pensar en el veneno
que la vida les dejo.