Cuando muere la tarde
lenta y en silencio
llevándose las risas
de humildes campesinos
que a su morada van
Cuando siento la tristeza
de la mesa vacía
esperando la lluvia
que hará brotar el pan
Cuando llega la noche
vestida de frío y soledad
y doy la media vuelta
para ir a la ciudad
Cuando llego al bullicio
donde llueve el alcohol
y hay abundante pan
y las risas son distintas
Entonces agarro una guitarra
y me pongo a cantar
una canción de justicia
de libertad y paz.