Como a agua de mar
sabe tu cuerpo,
como viento asustado
siento tu piel,
como volcán ardiente
estan tus pechos
y tu boca la siento
como jazmines,
temblando.
Dame de beber
el tiempo de tus manos,
prológame con tus labios
el dilatado poema del amor,
embriagame locamente
la tristeza de mis letras,
escondeme en tus pechos
que tengo frio,
no le niegues a mi vida
tu calor.