Tengo que decir tantas cosas,
pero cada vez que voy a hablar
se silencia mi voz y empieza hablar el alma.
Cada segundo es morir por una acción.
El tiempo cubre la vida de amor, odio
y pasión y lo demás sin razón.
Misión obra tenaz que va fundiendo el dolor
y lentamente sangra la vida regando los campos
hasta que renazca como un grito extenso un nuevo amor.
Amanecer en silencio con el rostro en muecas
y en soledad y erguido levantando un sueño
o acariciando las sombras de un mal amor.
Aquella paz que va corriendo como panfleto
y se hace inalcanzable son los miedos del alma.
Estoy levantando mis brazos y entregándolos en pedazos
Y cada vez el tiempo cierra la celda de los engaños
Pero la libertad prima
Pero la libertad prima
y levantando mis hombros me voy.