y penetrarte facilmente,
como hacen las pardelas de cabeza,
participar en este momento
de tu existencia y pasar mañana
a ser tu anecdota o tu recuerdo
o tu nota olvidada o tu rito de siempre,
a ti te puedo señalar
como señala un niño a su juguete,
a ti te puedo recorrer
con un solo dedo
desde tu frente
hasta tus pies
resbalozos y embusteros,
a ti te puedo preguntar
por tu infancia loca
por tus mejores juguetes,
por tus lunares perdidos
debajo de tu ropa,
te puedo interrogar por tus amigos
por tus heridas cerradas y tus cicatrices
que mas luego cubriras con la remera,
a ti puedo desde antes y desde hoy
y por siempre lamerte toda
y despacio hasta tu muerte,
como un perro sin amo
y luego acariciarte
poco a poco lentamente,
con mi angustia de vivirte
eternamente.