Estoy triste muy triste,
como si estuviera en una cruz
me desangro sin ilusiones
y mis siete palabras eres tu.
Por què me siento abandonado,
por què la soledad es mi consuelo
por què mi silencio me acompaña,
tal vez porque todo està consumado.
Mis latidos pintados,
como arco iris cabalgan en la fria noche
y siento voces extrañas,
que en mi agonia se vuelven
tenebrosos corceles,
agolpados a mi cruz
alli donde entregarè mi espiritu
y harè volar mis versos,
como palomas profundas
que se pierden en el infinito.
Y mis manos son mi tristeza
clavada,
que se va desprendiendo,
para ser dejada en los vientos
que alguna vez acariciaron mi tiempo.