Soñé como ahora
y no encuentro respuesta
sombrío el camino
y dispersa la siesta
Habían umbrales
y rostros seniles
había unos campos
y madres austeras
cantando a la siembra
y yo suspirando
en la punta de un cerro
sin pena ni gloria
fugué de mi historia
baje hasta un muelle
rodeado de escoria
y mi mano izquierda
sostenía al mundo
pero era un sombrero
sin una cabeza.