Fue un amor descerebrado,
falto de razòn
y lleno de sentido,
un amor como cualquiera
que deja el pensamiento en el camino.
Fue un amor solo instintivo,
regalado a los sentidos
intenso, infiel,
pero auntèntico y divino.
Fue un amor a tierra firme,
de esos amores
que solamente piden gozo,
amores de placer
que dejan huella en el camino.
Tierno y sincero,
audaz y lisonjero
ese amor que lo dà todo,
hasta el placer que ignoro
ese amor valiò la pena recorrerlo,
porque siempre se inmolò dando.
Yo ahora quiero recordarlo,
vivir si pudiera sus caricias
y aunque se que jamàs lo encontrarè,
le rindo mi homenaje
porque fue un amor sensitivo
y peregrino.