Descanso en la tierna mañana de tus besos,
en el frio invierno de tus ojos
y en tu deshabitada alegría,
allì donde comienzas a ser niña
y te empeñas en ser mujer.
Estoy entre la plenitud de tu mañana,
emocionante y eterna primavera de tu piel
y la cosquilla de mil caprichos,
donde la terquedad se convierte de pronto en tu querer
Eres límite entre la flor que brota irreverente
y aquel jardín, donde aùn juegas con peluches
y los enojos, te hacen dormir tan bien.
Estas contenta y de pronto lloras,
corres presurosa y cierras tu alcoba,
alli donde moran tus muñecas y las horas,
se pasan sin querer.
Quedate alli donde nadie te molesta,
donde eres la dueña y señora
de tus susurros y encanto de niña mujer.