Estoy en ti
en cada mañana
cuando te levantas,
cuando estas lista
para irte a trabajar;
estoy en ti
cada tarde
cuando
te aburres
y no sabes que hacer;
estoy en ti
cada noche
antes de dormirte,
estoy en ti
cuando tus ojos
se empiezan
a cerrar;
estoy en ti
en tus sueños
y en el país
del nunca jamás;
estoy en ti
cuando tu boca
saborea
un chocolate
y tus labios
musitan
una canción;
estoy en ti
muy dentro
de tu piel,
en tus venas
como tu sangre
que circula,
estoy en ti
en las caricias
que imaginas,
en los orgasmos
que sueñas;
estoy en ti
en cada segundo
de tu vida,
acariciando
el torso
de tu cuerpo,
bebiendo
el elixer
que exala tu boca;
estoy en ti
en tus recuerdos,
en la nostalgia
niña
que aveces te acompaña;
estoy en ti
en los besos que diste
y que das;
estoy en ti
en cada canción
que escuchas,
cuando chateas
y me vuelves loco;
estoy en ti
y en los peluches
con los que
a veces juegas,
estoy en ti
en tus deseos,
en tus pecados
y en tus secretos,
en tus enojos
y te miro
desde tus ojos;
estoy en ti
y en lo hermoso
de tu pecho
y en el ecanto
de tus labios rojos;
estoy en ti
en tus problemas
y tus miedos,
en tu alegria
y hasta
en tu jean,
adormecido
con el encanto
de tu cuerpo;
estoy en ti
en la ilusión
y en el éxtasis
y en
la ternura de tu voz.