y aunque soy verseador,
anoche tuve un sueño
mi sueño no fue sueño
tampoco una ilusión;
estaba sobre inmensas gradas
que poco a poco
se convirtieron
en polvo;
más yo seguía subiendo
y atrás quedaba
desplomada
toda edificación;
mientras yo
sentía una fuerza
sobrehumana,
que me impulsaba
a avanzar;
sentí como mi cuerpo
se iba vertiginosamente,
rompiendo tiempo y espacio
sólo respondía mi mente,
y seguí avanzando más y más,
y me acercaba
a un cielo dorado
y acariciado de estrellas
pensé en amarte más;
abrasé la luna
escuché una canción azul
y todo olía a rosas profundas
y los luceros bailando
iluminaban tu rostro,
más yo seguía avanzando,
hasta que miré tu mirada
y en ella la creación;
seguí con más ímpetu
avanzando,
y al llegar ante tus pies
con mis labios
besé el sol;
volví mis ojos atrás
y vi millones de niños
y a los abandonados
que alegremente llegaban
y sentí en cinco
minutos,
la eternidad de la vida
y la grandeza de Dios.