Que solos
y tristes estamos
los vivos,
que pena que siento
cuando yo te miro,
que pena que sientes
cuando me miras,
somos como arenilla
destruyendonos,
matandonos
aprisionados,
jugamos a héroes
mientras
somos fuertes,
qué debiles somos
en nuestros ocasos,
somos soldaditos
de plomo
y nada tenemos,
nada nos llevamos
somos deshechos
de océanos remotos,
lentamente
andamos
no hallamos consuelo
ni un solo lamento
jamás encontramos.