Eres la eternidad que buscaba
bajo apariencia de miedo
la de labios de buena fruta
la de sueños sin dormir
Eres aire penetrante
que a las olas doblegas
la de ojos estrellados
y cansados de ver
Eres la miel que amo
la que consume mi sed
la que me besa en la tarde
y en la noche mi mujer
flor de mi alma luz divina
la que me abraza en la esquina
la que me besa otra vez
Eres la noticia de mis días
la humedad que me entibiese
la mano que me acaricia
el cuerpo que me sostiene
indefinida mujer.