Navego en el mar tormentoso de la pasión
ahí donde tu habitas
y las horas son carruseles de algas.
Me sumerjo en tus labios infinitos
y siento como nostalgias tu beso
como acuérnala de tiempo.
Tu piel es agua refrescante
que se desliza suavemente en mi cuerpo
y saboreo lo dulce que penetra en mi boca.
Estoy embriagándome de ti
porque eres néctar de colores divinos
y porque además paralizas mi tiempo.
Estamos adornados
con el rojo púrpura de tus sueños
y con mis manos de pensamiento.
Tal vez estamos lejos del viento
de las estrellas, de la solitaria luna
y de nuestros lejanos sentimientos.
Nuestros ojos horizontes de cuentos
asemejan cristales que gota a gota
y lentamente fusionan nuestros cuerpos.
Fascinante sortilegio de belleza
como campanas de melodías lejanas
nos regalan un pentagrama de besos.
I sobre peces de colores no soñados
nos dejamos llevar al azul de nuestro cielo,
donde nos espera el aurora de un cálido regreso.
Fuisteis cuento o leyenda no lo se,
solo vivo en tu océano todavía
y aùn siento la levedad de tu beso !.