Navego
en un barco
cargado de ilusiones,
donde los tripulantes
son estrellas
y el rugir de las olas
son recuerdos.
Navego
cargado de esperanzas
y remordimientos ajenos,
siendo mi norte un te quiero
y mi puerto tù.
Navego
recostado sobre el viento
y las velas de mi barco,
son la luz del pensamiento
y sus anclas son los besos,
que se posan en mi verso
acrisolado de amor.