el dia tacta mi voz y la encontro dormida
cantando en una fiesta desconocida
la cancion mas terrible de la vida
que robo al tiempo todas sus edades
quedo desposeido de pasado y de presente
sin poder tener un futuro diferente
no existe reloj que cuente las horas de la gente
solo los ojos traspasan las pieles indolentes
unos hombres me miran extrañados
desde las ramas de arboles castrados
deshojando rumores que se alejan
y el dia sigue tactando mi voz lejana
indiferente extrangula mis labios de piedra
y sigo dormido cantandole a un dolor herido