Dibujé con mis labios
una noche azul,
donde se posaron las palomas de tu boca
y los vientos acariciaron mis mejillas,
caminando sobre nubes
vi tu silueta vestida de colores,
adornada de violetas
que brotaban de tus labios,
dejándome su esencia
como interminable éxtasis,
era una noche de estrellas
y la luna pincelada en esqueletos,
nos da la bienvenida
y apagandose lentamente,
nos invita a mecernos en su regazo
mientras en tu vientre,
suena un canto con fulgores de plata
que nos hará vivir eternamente,
nuestro dulce frenesí