Vivir sin poesía es estar muerto o abortado.
Es no existir y si existieras es ser simplemente
una cosa o una quimera.
Vivir sin poesia es ignorar lo que es la vida.
Es amanecer sin pensamiento
y permanecer sin sentimientos.
Vivir sin poesía es agonía y desamparo,
es caminar entre penumbras
y no saber que el sol alumbra.
Vivir sin poesía es soportar la soledad
y la derrota, es vagar sin horizonte por el mundo.
Vivir sin poesía es pertenecer al silencio
y todavía no saber si se es o si estar muerto.
Vivir sin poesís es renunciar al amor
y a la vida, es al final de la existencia,
morir sin pena ni gloria, olvidado...a la deriva.
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