23 julio 2008

ARTICULOS Y REPORTAJES






LA MITOMANIA

La Personalidad del Mitomano
24 de Julio de 2008.

Tema: El Estado de Animo y sus Trastornos.

La mitomanía es una particular forma que tiene la persona cuando necesita mostrar la realidad que vive como una fantasía, y no tomando contacto con la realidad misma. Ésta condición de mentir, de engañar que encontramos en el hombre, no es sólo capacidad de la especie humana, no se da sólo como característica propia en el sujeto humano, sino que es común y natural en muchas especies. ¿O no es cierto que conocemos a muchas de ellas por ésta especial característica de “camuflarse”?, escribo este artículo y tengo presente en mi mente una canción del autor Chico Navarro, que dice al caracterizar e inmortalizar en sus versos al camaleón cuando dice “el camaleón nena, el camaleón, cambia de colores según la ocasión. Tu corazón nena, tu corazón, cambia de colores según la estación…”. Es decir el pobre camaleón se hace popular en éste caso, por su característica de cambio de color que le sirve en su vida como medio de engaño, pero esto no al igual que en el humano sino como un mecanismo de protección, es un engaño, es un camuflaje, que le sirve como medio de supervivencia.

"La mentira es un mecanismo de adaptación emocional para eludir la realidad -dice David Pineda, neuropsicólogo de la Universidad de Antioquia-. El sujeto humano la practica para adaptar la realidad a sus creencias. Por economía emocional o cognitiva, omite lo que lo perjudica, y sólo lo acepta si es confrontado". El hombre como especie siente y desde que nace la necesidad de dar una buena impresión, de conquistar al otro, y podemos relacionar éste mecanismo que está tanto en lo cognitivo, como en lo emocional como algo saludable, y que forma parte de la supervivencia del hombre desde que viene al mundo. Pero hay un punto en la persona, en el hombre, que en el que el mentir se vuelve dañino, se vuelve perjudicial, tanto para sí mismo, como para el mundo que lo rodea; estamos aquí en el momento en que ese mentir, esa conducta se ha transformado en una compulsión, ésta le lleva a veces hasta transgredir límites que lo llevan a delinquir incluso apoyado en esa patología que lo impulsa a disfrazar su realidad, desde lo cognitivo y desde lo emocional.

"Mentir requiere un gran esfuerzo, es casi como leer la mente", dice Adrian Raine, investigador de la U. de California "Los mentirosos patológicos no pueden diferenciar la verdad de la mentira, y se contradicen en las entrevistas", señala Adrian Raine, y agrega que además son manipuladores y admiten que acosan a la gente. "Son muy descarados en su forma de ser, pero muy frescos cuando hablan de eso", explica. En el sujeto humano es posible encontrar en las personas la mentira, y a tal punto que hay quienes mienten y engañan casi todo el tiempo, y lo distintivo de esto es que no hay necesidad de mentir, es decir ese engaño no le sirve para su supervivencia, no lo hace como medio de engañar a otro para salvar su vida, como ocurre en otras especies vivas animales, insectos, etc. "Mentir requiere un gran esfuerzo, es casi como leer la mente -dice Raine. Usted tiene que ser capaz de comprender el pensamiento del otro y suprimir sus emociones, o regularlas porque no quiere parecer nervioso". La mitomanía es una particular forma que tiene la persona cuando necesita mostrar la realidad que vive como una fantasía, y no tomando contacto con la realidad misma.

El mitómano, siente la necesidad de hacer su realidad diferente, la agranda, la hace mejor y llena de elementos que disfrazan aquella realidad que vive y que no acepta, y por lo cual siente la necesidad de modificarla, por eso es que miente, y miente tanto que con la intención de agradar su vida, llega a convencerse de que lo que inventa es cierto, y termina envuelto en las mentiras de modo que no puede salir de ellas. El mitómano siente placer cuando miente. Cuando el mitómano miente sistemáticamente, lo hace controlando su mentira, lleva el curso de su relato de modo que sea creíble. Y esto es así porque la mentira no es el objetivo, sino que lo hace, miente para tener bajo control al otro, sea este familiar, compañero, conocido, esposa/o, hijo, vecino, etc. Mintiendo tiene el control.

"El mitómano ha perdido el control sobre la mentira, siente placer cuando miente". David Pineda, neuropsicólogo.

Es muy común en los niños la práctica de la mentira, pero ha medida que va creciendo ya sea por influencia de los padres, o de los educadores o por sí mismo va dándose cuenta que debe dejar de mostrar un mundo que sólo pertenece a su fantasía, y que cuando niño, cuando pequeño necesitó para poder estar en ese mundo mágico de fantasías y mentiras que le servían para estar con sus pares, para resaltar entre ellos o en sus juegos a solas, etc. Ahora cuando éste niño ya adulto sigue teniendo la misma conducta, sigue mintiendo, entonces estamos ante una patología que es necesario revertir con tratamiento psicológico.

Hablamos de patología en un adulto cuando la conducta es de mentir en forma sistemática y reiterada, pero ¿cuáles son las causas o motivos que llevan a mentir, a desdibujar la realidad haciéndola acorde a sus fantasías? hay situaciones en que la persona no puede enfrentar la realidad, no puede decir la verdad, no se atreve y por eso el camino más fácil es el de mentir.
otras ocasiones siente que es más cómodo mentir que decir la verdad, y por eso lo hace.

Hay quienes mienten para no comprometerse, para no tener dificultades de esa manera, para evitar hacerse cargo, etc. Ahora lo previo sólo son momentos en que la persona siente la necesidad de mentir, pero no se trata por eso de una enfermedad, en todo caso es una cuestión ética o de valores, pero cuando la persona miente y lo hace en forma sistemática, cuando siente que “tiene” que mentir, sin causa o motivo que lo justifique, sólo porque responde a un deseo de mentir, entonces estamos ante alguien que padece de una enfermedad que se llama “mitomanía”.

El mitómano entonces miente tanto que quienes lo conocen, su familia, compañeros de trabajo, de estudios, conocidos, etc. se dan cuenta. miente sistemáticamente. en esa mentira tiende a engrandecer todo lo que ha él le ocurre, lo que vivencia o ha vivenciado, no dudando en contar tragedias, hechos terroríficos, que le han ocurrido, pero todo es producto de su fantasía.

miente sobre su posición económica, sobre sus habilidades, sobre su familia, sobre los logros tanto suyos como de sus hijos, etc. pero no sólo agranda la realidad, también miente sobre hechos insignificantes, por ejemplo si ha debido hacer un trabajo y no lo hizo, dice que sí, si se fue adormir temprano y almorzó fruta, dice que quedó hasta tarde leyendo un libro y cenó un trozo de una exquisita carne por ej., aunque no fue así y sabe que se sabrá la verdad.

el mitómano no tiene un plan acerca de su mentira, y tampoco una secuencia o un orden, el miente y sigue mintiendo, y su mentira por momentos llega a ser tan grande, como le permite su fantasía, tanto que queda envuelto en la mentira misma, y es común que para salir de ésta deba inventar otra más grande y así. Esto le ocurre porque él cree que sí tiene el control sobre sus pensamientos, pero no es así.

(Es una queja común la del familiar que consulta el hecho de que el enfermo dice que sólo se va a curar, que va a revertir ese impulso) Pero no es posible hacerlo solo, sin una psicoterapia, sin tratamiento psicológico porque está afectado en su profundamente en su psiquis y sólo los mecanismos que provee la terapia psicológica puede modificar esto. En cuanto al tratamiento psicológico, se aplica en estos enfermos mentirosos compulsivos, los mismos métodos terapéuticos que a los demás trastornos del control de los impulsos como la adicción al juego (juego patológico) o la adicción a las compras (compra compulsiva); están absolutamente recomendadas la Terapia Cognitivo.conductual con la aplicación conjunta de la Terapia de Hipnosis.

Cuando el mitómano ha cometido un delito, no se considera a ésta enfermedad como una de las que son consideradas impunes dentro de los trastornos mentales, pues en ésta patología el mitómano se da cuenta que miente, tiene claro que lo hace, sabe que disfraza la realidad, y aún así lo hace, y disfruta de ello. "El mitómano tiene capacidad de diferenciar lo que está bien de lo que no -asegura Pineda-. Tiene conciencia del mal que causa, y lo que ha perdido es la capacidad de control sobre la mentira. Siente placer cuando lo hace". En la historia de la humanidad ha habido casos de mitómanos declarados, tal el caso de Truman Capote, quien supo canalizar su impulso hacia la literatura.

Dentro de todas las consultas que nos hacen tanto en el sitio http://www.centrocompartir.com/, como a través de distintos foros o tablones, es común que muchas personas nos consulten sobre ésta patología, también es común que nos pregunten qué hacer, cómo actuar, cómo ayudar. Y nuestra respuesta siempre tiende a que tanto quien nos consulta como esa persona por la cual consultan y que padece de ésta patología, tomen conciencia de que es una enfermedad, es una enfermedad que fue formándose cuando niños, que está relacionada con su personalidad, con su historia, con su poca autoestima (o autoestima inflada), con carencias que luego necesita cubrir y ocultar, ¿pero ante quien o a quien siente el mitómano necesidad de ocultar, de tapar? Fundamentalmente ante sí mismo, porque no acepta su vida, no se acepta a sí mismo y mediante la sistematización de ese mundo que se crea con su fantasía, llega a creer que ese mundo existe y esto le permite fantasear que no es aquel que rechaza, sino ese otro que quiere ser y que crea con sus constantes mentiras.

Otro hecho a tener en cuenta es que el mitómano se da cuenta que miente, y lo hace a sabiendas, pero también es cierto que cuando se instala la patología no puede dejar de mentir, sino que es con un tratamiento psicológico, con Terapia Psicológica, con aplicación de la Terapia Gestalt, la Terapia Cognitivo.Conductual, y la Terapia de Hipnosis, logrará revertir su conducta, y modificar esos patrones intrapsíquicos que no le permiten ser una persona normal. De modo que para esa personas que nos preguntan como ayudar, el mejor modo es no callar cuando se dan cuenta que está mintiendo, sino hacerles ver que precisamente son conscientes de que no dice la verdad, y que esa mentira sistemática los lleva a sufrir a todos, no solo al mitómano.

Es muy común que quienes padecen de mitomanía, cambie de modo significativo la propia imagen de sí mismo, y esto lo hace agrandándola, haciéndola acreedora de las mayores grandezas, es común que disfrace sus orígenes si éstos han sido paupérrimos, humildes, y lo hace tan convincentemente, con tanta realidad que termina creyendo él mismo lo que es producto de su invención, y al final de la mentira existe una abismal diferencia entre la persona real y la que resultó producto de su imaginación, que ambas no tienen nada que ver entre sí, pero es ésta última imagen, la elaborada a su necesidad, la que reconoce, la aceptada y es la imagen que termina teniendo de sí mismo.

Arma su fantasía, arma su realidad, y esto es porque tiene graves desajustes en su psiquis. Aunque no es un sicótico, no es un “demente o loco” pues como lo dije previamente no delira, se trata de una fantasía que el crea, que el inventa, pero que si bien termina creyéndola él mismo, sabe que forma parte de una mentira. Entonces lo que logra con ésta es manipular, el mitómano es un manipulador que se inventa una realidad inexistente y para su provecho. Se trata de una psicopatía. Recién hablaba de Truman Capote, y el modo de sublimar el impulso a mentir y transformarlo en arte, a través de la literatura. En el enfermo de mitomanía no existe esta sublimación, y a su impulso a mentir lo transforma en un arte. Decíamos al comienzo del artículo que la mentira es natural en las especies, y que en el humano es común encontrarla. Cuando se transforma en una patología, el enfermo no domina su impulso a mentir, lo hace sistemáticamente y no tiene en cuenta el daño que hace; una de las causas o motivaciones que justifican (para él) su conducta es que necesita modificar su realidad, esa realidad que no acepta, y lo hace inventando todo tipo de argumentos, cuentos, novelas en las cuales siempre es el protagonista de uno u otro modo, y el héroe de las mismas.

Muchas veces se me ha preguntado si el mitómano delira, en realidad no es un delirio en el sentido que delira un sicótico, pero si es un delirio en el sentido que lo que inventa no forma parte de la realidad, sino que su invención ha sido producto de esa particular forma que tiene de transformar en arte el producto de sus pensamientos, en forma conciente, sabe que lo hace; el sicótico cree que lo que es producto de su mente forma parte de la realidad, no discrimina que está en su mente y nada más. Es posible asociar el impulso patológico del mitómano a trastornos de la personalidad severos, en los que encontramos una necesidad absoluta de estima(por eso necesitan agrandar la realidad, rechazando así de sí mismos aquello por lo que se consideran nimios, insignificantes y por ello lo rechazan) y en el extremo opuesto están los que tienen por el contrario un trastorno de personalidad hipertímica cuyo ánimo es excesivo, elevado, son generalmente muy alegres, son “superficiales, son frívolos, no perseveran, y son absolutamente irresponsables”.

Si hablamos de las relaciones, en donde la palabra es el don más preciado, en donde el creer en el otro tiene un significado invalorable, no es posible creer en alguien que miente sistemáticamente, entonces ésta persona deja de tener el respeto de sus padres, hermanos, esposa, hijos, etc., etc. El ser mentiroso es una conducta aprendida, luego se hace sistemática, y llega a ocupar toda la vida del individuo, y como termina siendo una persona no creíble, sufre por esto; como también su pareja le muestra su sufrimiento y también le hace ver que si no cambia se alejará de él, sufre por esto, como siente que al no ser creíble no tiene el aprecio de sus pares, también sufre por esto, es decir sufre en todos los ámbitos de su vida, tanto en el familiar como en el laboral, social, profesional, etc. cuando llega a éste punto en su vida, generalmente pide ayuda de un profesional. La mitomanía es un trastorno del control de los impulsos, el mitómano sabe que miente, sufre porque miente pero no puede dejar de hacerlo, por eso la absoluta necesidad de tratamiento con psicoterapia.

Se presenta con mayor porcentaje en hombres que en mujeres, y si bien es en la pubertad y adolescencia cuando se desarrolla, se instala como patología ya en el adulto joven que ronda los 25 años. La mitomanía es un patrón conductual que se aprende, que se repite y luego se hace un hábito sistemático en la conducta de ese individuo.

Al mentir siempre, lo hace por hábito, sin ninguna razón que los justifique, y tampoco en situaciones que lo hagan necesario. El mitómano imagina, cree que ve, y que siente cosas que no son sino el resultado de su frondosa imaginación, el mismo cree esto y las vive como si fueran producto de la realidad. El mundo del mitómano es un mundo irreal, es un mundo imaginado, cambiado, en el que daña y se hace daño así mismo. Es importante entender que no sólo inventa, sino que trata de que los demás crean su invención, y manipula al otro para que éste crea y por ende conseguir lo que persigue con su mentira.

Vuelvo a repetir entonces que la mejor manera de ayudar a un mitómano es mostrarle que se sabe, que se da cuenta de sus mentiras, de ese modo puede tomar conciencia de que lo suyo es una enfermedad, que debe ser tratada. Es una enfermedad que tiene cura, y por ende cuando esto se logra, la persona puede alcanzar una vida normal, ser respetado, valorado y aceptado en su familia, por sus afectos. De lo contrario el mitómano deja de tener el aprecio, llegando a perder todo tanto en lo laboral, familiar, social, afectivo, etc.

porque nadie lo toma en serio, nadie lo respeta, ni lo valora, pues no se confía en quien sistemáticamente miente. Rastreando historias de vida de personas que padecen ésta patología, he podido darme cuenta de que en su infancia, y ya de niños casi jóvenes cuando mostraban ésta tendencia a mentir, a agrandar la realidad, a dibujarla fantásticamente, si bien la familia podía darse cuenta de esto, no alcanzaba a darse cuenta del error de no corregir, de no hacer ver lo negativo de ésta conducta, a la cual se tomaba como un juego, como algo que luego cuando creciera se modificaría sólo. Pero ese es un error, pues cuando adultos si no se han aplicado normas claras sobre el comportamiento, cuando no se ha mostrado en cuanto a lo moral, a lo ético lo dañino de esa conducta, entonces ése adulto del mañana que no recibe cuando niño reglas claras en cuanto a su comportamiento de adulto, habrá un “permiso” para desarrollar luego ésta conducta.

Entonces y ya para ir terminando, se debe tener presente que sin tratamiento, no hay posible modificación de la patología. Como son las fantasías las que tienen prevalencia a los hechos reales en su vida, siempre va a tratar de adaptar la realidad a su frondosa imaginación. El mitómano es un fabulador, fabula y vive su fábula en forma activa en su mundo. Cree lo que fantasea, y les hace creer a quienes lo escuchan su fábula en la cual puede ser un personaje inventado en ese momento y lo hace tan bien, que quienes lo escuchan le creen.

El patrón de conducta del mitómano lo establece su imaginación, su fantasía. Si bien es una patología psíquica, ésta con tratamiento psicológico puede modificar, y llagar a la cura pues aplicando las metodologías que se aplican a quienes padecen de desordenes en el control de los impulsos, como la tricotilomanía, cleptomanía, juego patológico, etc., se trata de revertir patrones de conducta, modificarlos y cambiarlos por otros.

En mi consultorio aplico la metodología de la terapia cognitivo conductual, la terapia gestalt y estas siempre acompañadas por la hipnosis clínica. ¿Eres Mitómano o conoces a alguien que padece de esta enfermedad? Cuéntanos tu historia AQUI Para leer otro de nuestros artículos de mitomanía haz clic AQUI. Para realizar la encuesta de Mitomanía haz clic AQUI Lic. CRISTINA HEINZMANNPsicóloga Clínica - Hipnólogo ClínicoCentro Psicológico CompartirTerapia Psicológica en LíneaT.Gestalt-T.Cognitivo.Conductual-T. Hipnosis
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17 julio 2008

FUE TUYO MI CORAZON

Oyendo una canción vanamente perdida a la distancia. Recuerdo que una vez fue tuyo el latir de mi corazón. Recuerdo que una vez fue tuyo el calor de mis brazas. Talvez... oh Talvez..el ya ha olvidado ese ultimo beso. El olor de mi vestido cuando le conocí. El sabor de mi boca, el murmullo del viento. Las grandes sensaciones que junto a el yo viví. Pero yo seguiré pensando en aquel momento puede que talvez nunca llegue a ser feliz talvez este con mas de un desconocido tratando de olvidar lo que a su lado sentí. Pero se que una noche cuando camines este camino polvoriento una lagrima de tus ojos brotara por mi. Y un murmullo ahogado llegara a mis oídos. Porque te dolerá mi nombre. Recordando el día que te conocí.!!

ZAHI...!!

SIEMPRE TE AMARE?



Alguna vez, has dicho..

"SIEMPRE TE AMARE", "NUNCA TE DEJARE", "NADA NOS SEPARARA", "NUESTRO AMOR SERÁ ETERNO", y cosas así...!!Si, seguro que lo has dicho, pero porque nos empeñamos en decir cosas que a lo largo del tiempo pierden el sentido, se acaba la relación y tu palabra se quedo en el aire... "nada nos separara".. y donde carajo se supone que estas ahora??? a que se refiere la gente cuando dice, "siempre te amare"...

porque dicen eso, si nada es para siempre, mucho menos el amor...Se lo dices a la novia de ahora, a la otra que llega después, a la siguiente, a la siguiente, a la que dejas embarazada, a la de la esquina, a la otra que era amiga de la otra que era tu novia.. Rayos... que porquería de sentido le encontramos a las cosas.... como una persona puede amar tanto. a diferentes personas en su vida.. Porque no solo existe "una", una... Única persona a la cual decirle las promesas que nunca se cumplen...

Todo se resume a eso. "PROMESAS", palabras que se las lleva el viento, palabras que en ese momento creemos que tienen sentido pero al segundo cuando doblas a la esquina te das cuenta de que, que mierda acabas de decir?... mejor seria ahorrarnos todo el drama y decir.. "POR EL MOMENTO TE AMO", "POR EL MOMENTO ESTAMOS JUNTOS ESPEREMOS QUE NADA NOS SEPARE"... cosas así, que son realistas.. y que tienen mejor sentido..!! Aunque después de todo... nos gusta mas vivir una historia de hadas fracasada, que una realidad soñada!

LOS MEJORES POETAS DE TODOS LOS TIEMPOS


¿Cuál ha sido el motivo que me impulsó a traer el texto de este eximio poeta chileno? Por supuesto que Pablo Neruda no requiere de motivos ni introducciones. Pero en este caso debo reconocer que la letra de estos poemas me han llevado a la reflexión. Éstos incluyen preceptos filosóficos de vida que solo hoy han tomado auge, a través de las modernas técnicas de autoayuda, meditación y demás métodos, prácticamente desconocidos (o no utilizados) en la época del autor.Claro que tratándose de autores como Neruda, nada de esto puede sorprendernos tanto.
Pablo Neruda
Neftalí Ricardo Eliecer Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda (nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, VII Región del Maule, Chile; murió el 23 de septiembre de 1973 en Santiago de Chile) fue un poeta chileno, Senador de la República, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile y embajador de Chile en Francia, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1971. Es uno de los poetas más editados e influyentes del siglo XX en todo el mundo, «el más leído desde Shakespeare», según el crítico y biógrafo Alastair Reid.

QUEDA PROHIBIDO

Queda prohibido llorar sin aprender;levantarte un día sin saber que hacer;tener miedo a tus recuerdos…


Queda prohibido no
sonreír a los problemas;no luchar por lo que quieres;abandonarlo todo por miedo;no convertir en realidad
tus sueños...


Queda prohibido no demostrar tu amor,hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor…
Queda prohibido dejar a tus amigos;no intentar comprender lo que vivieron juntos;llamarles sólo cuando los necesitas…


Queda prohibido no ser TU ante la gente;fingir ante las personas, que no te importan;hacerte el gracioso con tal de que te recuerden;olvidar a toda la gente que te quiere…


Queda prohibido
No hacer las cosas
por ti mismo;no creer en Dios
y hacer tu destino;tener miedo a la vida
y a sus compromisos;no vivir cada día
como si fuera un
último suspiro…


Queda prohibido echar a alguien
de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,todo porque sus caminos han dejado de abrazarse;olvidar su pasado y pagarlo con su presente.


Queda prohibido
no intentar comprender
a las personas,pensar que sus
vidas valen más
que la tuya,no saber que cada
uno tiene su camino
y su dicha…


Queda prohibido no crear tu historia;no tener un momento para
la gente que te necesita;no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.


Queda prohibido
no buscar tu felicidad;no vivir tu vida con una actitud positiva;no pensar en que
podemos ser mejores;no sentir que sin ti,
este mundo no
sería igual…


Pablo Neruda

12 julio 2008

BREVE HISTORIA DE LA MUSICA METAL: ULTIMA PARTE


BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL - SEGUNDA PARTE
Reportajes > BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL - SEGUNDA PARTE
13 de Julio de 2008.
En la primera parte de “BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL” nos habíamos quedado en un punto cuanto menos interesante, por ser en mi opinión un punto de transición en la historia de dicho género. Me refiero al momento en que el death metal dio el salto a la vanguardia del metal. En principio, podría pensarse que este hecho cundió en mayor medida en Estados Unidos, y puede que así fuere en lo tocante a los índices de ventas, pero no obstante en Europa comenzaba a gestarse un embrión de gigante… De un modo relativamente independiente, la llama del death prendió con fuerza en el viejo continente, en especial en Inglaterra y en los países escandinavos, que vieron nacer a todo un elenco de primeras bandas de death metal como Unleashed, Entombed, Dismember, Grave, At the gates, Hypocrisy… todas ellas insignes de una forma particular de entender el death y que posee sus características especiales respecto a los death-metaleros de Norteamérica. No en vano se ha hablado siempre del sonido “frío” y eminentemente “oscuro” de estas bandas, y es posible que dicha dicotomía respecto a las bandas norteamericanas represente por sí mismo un fenómeno de carácter no sólo musical, sino también social y cultural. De nuevo hay que agradecer la labor de aquellos sellos discográficos que fueron pioneros en la conquista del death sobre Europa: Earache, Peaceville, Nuclear Blast...
También por esos tiempos se ensayaban algunas tentativas de sub-géneros, mucho menos populares que el metal ortodoxo como pueden serlo el Heavy y el thrash. Nos referimos a los géneros denominados doom, grind-core, noise y metal industrial. De entrada, éstos me parecen géneros notablemente menos comerciales que sus antecesores y que, para bien o para mal, pasan por carecer de un gran protagonismo en la historia del metal. No obstante, el doom sí llegó a perfilar una rama del metal que ya sea de un modo tangencial impregnaría el sonido de numerosas bandas “populares”, y aún hoy aparecen de vez en cuando grupos excelentes que practican dicho género meditabundo y macilento, cuyo auténtico origen, según algunos, son los míticos Black Sabbath y su famoso tema homónimo; aunque también podría señalarse a los californianos Saint Vitus que ya daban guerra a finales de los 70 con su stoner metal. Más recientemente, Obituary y Rotting Christ ensayaron lo que comúnmente se conoce como doom-death, así como My Dying Bride, Benediction, los primeros Therion, Morgoth o los desconocidos Winter. Al mismo tiempo, surgiría una rama del doom que anticipaba algunos rasgos del gothic, en formaciones como Paradise Lost, Anathema, Tiamat, etc.
En este ambiente de fatalismo apocalíptico y metal “oscuro” como el que practicaban Samael y Rotting Christ, diéronse las condiciones climatológicas para el nacimiento de la facción más inquietante del metal: el black metal.
Los puristas del black metal apuntan a los grupos Bathory, Mayhem, Darkthrone y Burzum como los iniciadores del género, todos ellos oriundos de Noruega o Suecia, y que en parte venían practicando su particular visión del metal desde los 80. Asimismo, debemos a la ingente actividad del sello francés conducido por Hervé Herbaut, Osmose Productions, la fabulosa proliferación de este sonido particularmente oscuro que caracteriza a muchas de las primeras bandas de metal extremo escandinavas como Immortal, Enslaved, Dark Tranquility, Marduk, etc. Así como 1983 fue un hito en la historia del thrash metal, al black metal le ocurrió otro tanto cuando, entre 1993 y 1994, salieron a la luz algunas obras que, si bien no son las pioneras de dicho género en un sentido estricto, a mi modo de ver contribuyeron a hacer del black metal un estilo maduro y con grandes posibilidades. Me refiero a Pure holocaust (1993) de Immortal; Skydancer (1993) de Dark Tranquility --obra que abriría las vías del black metal melódico--; In the nightside eclipse (1994) de Emperor; y The Shadowthrone (1994) de Satyricon –con la que el señor Satyr y sus compinches inauguraban el llamado metal medieval.
El metal medieval devendría en un extraño fenómeno que aquí llamaremos metal épico escandinavo (no confundir con el epic metal, que veremos más adelante en este artículo). Combinando elementos del folclore vikingo o pastoril con poderosas guitarras eléctricas y cadencias generalmente uniformes, este género dio lugar a una marcada influencia que, como sucedía con el doom, algunos grupos o autores desarrollaron abiertamente (Storm, Otyg…) y otros de manera más tangencial (Einherher, Vintersörg…). En cualquier caso, el estilo épico ha estado siempre relacionado con el metal, y su estela va desde las ramas del Heavy power o clásico como Rhapsody y Grave Digger, hasta el doom de tinte romántico como es el caso de Yearning o Empyrium.
Un rasgo habitual entre las bandas de black metal es la estética gótica o satánica, hecho harto infrecuente en el entorno musical del siglo XX, con las excepciones de Pentagram, Saint Vitus... En verdad éste es un rasgo que carece de importancia en un estudio estrictamente musical, pero ya es obvio que no pretendo hacer un estudio “estrictamente musical”, ya sea porque el estilo de mi análisis es de tendencia especulativa, o porque tiendo a relacionar y extraer conclusiones desde puntos de vista poco habituales que no suelen considerarse en la crítica convencional. Aparte de la consabida atracción que al parecer sienten los grupos de metal por la estética siniestra o macabra (todo un tópico que no impresiona a nadie, si me lo permiten), lo cierto es que esta actitud encierra en verdad una interesante pulsión, una forma de contracultura inconformista y cáustica donde las haya. En mi opinión, el tenebrismo en la historia del arte encierra una verdad (aunque no por ello evidente), y es su manifiesta inconformidad ante una serie de principios racionales que pretenden dar unidad y fiabilidad a un mundo esencialmente contradictorio y engañoso. De este modo en ocasiones estrambótico, ciertas pulsiones del alma humana son puestas en liza sin tapujos frente a las absurdas panaceas del humanitarismo en un mundo que se rige por la hostilidad y el enfrentamiento con nuestros semejantes.
Dicho esto, retomemos nuestro estudio musical. Como es lógico, la década de los 90 dejó importantes eventos para el metal. Uno de los rasgos que llaman la atención en su evolución a lo largo de estos años es su creciente hermetismo respecto a otros géneros musicales, así como su anexión a concepciones musicales en absoluto contemporáneas tales como el clasicismo (la técnica de guitarra Heavy, sin ir más lejos, es una técnica de “guitarra clásica”); el resurgimiento de coros orquestales e instrumentos de cámara; incluso la composición típica del metal se basa en estructuras claras y racionales, a diferencia de la música contemporánea que trastoca las ideas de estructura, armonía, etc (los modos utilizados por Yngwie Malmsteen, Luca Turilli o Kai Hansen beben directamente de las armonías y modos establecidos durante el clasicismo y el barroco, como Mozart y Bach, en oposición a los cánones modernos de Stravinski, Schönberg, la música dodecafónica, etc). En este sentido, el Heavy metal es un estilo profundamente integrado.
Uno de los mayores deudores de este regresivo hecho musical es el power metal. Así como los países escandinavos fueron determinantes en el ascenso del black metal y el death metal europeo, por su parte el Heavy metal sufrió un renacer parecido, concretamente en Alemania. Lo cierto es que la tradición Heavy ya venía de largo en Alemania, con grupos estandartes como Accept, Running Wild y Helloween, pero hacia finales de los 90 el país de los teutones se consolidó como una auténtica cantera en este estilo. Afloraron en esa época una larga serie de bandas que van desde el Heavy metal ortodoxo a las excitantes relecturas del thrash (género este que también se les da muy bien por esas latitudes), saturando nuestras estanterías de cedés y haciendo las delicias de los nostálgicos del género. En el Wikipedia se lee que el tema de Rainbow “Stargazer” es el precursor del power metal, pero yo añadiría la ópera-rock de Queen y Songs from the Wood de Jethro Tull… Tras su eclosión en Alemania, el power metal echaría rápidamente raíces por todo el mundo. Gamma Ray, Stratovarius, Rhapsody, Edguy, Sonata Arctica… son algunos de sus exponentes más conocidos. Así como Blind Guardian, Hammerfall, Kamelot, Nightwish o los españoles Avalanch representan lo que se ha dado en llamar epic metal. Asimismo, el creciente acercamiento del Heavy hacia paisajes de música clásica, como en el caso de los suecos Therion que en 1996 dieron el gran golpe con su aclamado Theli, ha devenido en una fecunda fusión metal-sinfónica.
No obstante, debido en parte a las extenuantes relecturas de los géneros clásicos, en parte a la natural evolución de la música como arte progresivo, en los 90 también surgieron cantidad de formaciones con un discurso personal y genuino, e incluso las bandas herederas del metal extremo se volcaron en un cierto preciosismo musical que ha supuesto un auténtico ejercicio de experiencia estética. Trabajos como Passage y Exodus de Samael; Emperor y su apoteósica concepción del metal sinfónico; la sorprendente creatividad de Arcturus o la elegancia y el lujo de Opeth… son muestra de lo que decimos, y ejemplos de que el metal también puede ser una música seria y hasta cierto punto intelectual. Desgraciadamente, entre la abundancia de experimentos estéticos de este tipo aún existe mucha pompa y efectismo carente de fondo. En concreto, puede hallarse mucho discurso ligero entre las huestes del llamado nu-metal, o toda esa industria de postal montada en torno al prototipo del gothic metal, cuyas aportaciones a la música se limitan a recalcitrantes fraseos de organillo de manual o a sacar cada temporada un nuevo tipo de camiseta de licra.Hasta aquí la segunda parte de “BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL”. Se ruega nuevamente disculpen la omisión o falta de detalles sobre aspectos que pudiesen resultar relevantes para el lector, pero es que una “breve” historia del metal debe ser sucinta y no ha lugar para estudiar cada grupo o género de forma exhaustiva. En la siguiente y última entrega, “La era de los revivals”, nos centraremos en la actualidad a partir del año 2000, para dar punto final con algunas reflexiones a esta historia que no sé si cumplirá las expectativas de los lectores, pero con cuya redacción les aseguro que estoy disfrutando.

LOS MEJORES ARTICULOS DEL GRAN ESCRITOR


MARIO VARGAS LLOSA - LA BRUJA QUE PASA LLORANDO ENTRE los numerosos elogios y diatribas que ha merecido El bucle melancólico, de Jon Juaristi, nadie parece haber advertido que se trata de un libro de crítica literaria. Es un indicio de lo poco serio que es considerado en nuestros días este género, al que un sentimiento generalizado considera distanciado para siempre de los grandes problemas, los que sólo son encarados ahora por las llamadas ciencias sociales (la historia, la antropología, la sociología, etcétera).Es un sentimiento justificado, por desgracia. Con honrosas pero escasas excepciones, la crítica literaria ha dejado de ser el hervidero de ideas y el vector central de la vida cultural que fue hasta los años cincuenta y sesenta, cuando empezó a ensimismarse y frivolizarse. Desde entonces se ha ido bifurcando en dos ramas que, aunque formalmente distintas, exhiben una idéntica vacuidad: una, académica, pseudocientífica, pretenciosa y a menudo ilegible, de charlatanes tipo Derrida, Julia Kristeva o el difunto Paul de Man, y la otra, periodística, ligera y efímera, que, cuando no es una mera extensión publicitaria de las casas editoriales, suele servir a los críticos para quedar bien con los amigos o tomarse mezquinos desquites con sus enemigos. No es raro por eso que, con la excepción acaso de Alemania, no haya, hoy, en los países occidentales, sociedad alguna donde la crítica literaria influya de manera decisiva en el quehacer cultural y sea una referencia obligada en el debate intelectual.Por eso, cuando aparece un libro como El bucle melancólico-Historias de nacionalistas vascos, que se sitúa en la mejor tradición de la crítica literaria, aquella que trata de desentrañar en la obra de poetas y prosistas lo que, a partir del placer estético que depara, agrega o resta a la vida, a la comprensión de la existencia, del fenómeno histórico y de la problemática social, nadie lo reconoce como lo que es, y se lo toma por "un ensayo psico-social" (así lo califica uno de sus detractores). A mí, desde las primeras páginas, el libro de Jon Juaristi me ha recordado a Patriotic Gore, el ensayo que uno de los más admirables críticos modernos, Edmond Wilson, dedicó a la literatura surgida en torno a la guerra civil norteamericana, un libro que leí, entusiasmado, en la hospitalaria British Library del Museo Británico. Entusiasmado pese a que, aunque todas las páginas de ese voluminoso libro me estimulaban intelectualmente, estaba seguro de que, salvo los de Ambrose Pierce y unos poquísimos autores más, no hubiera resistido la lectura de la inmensa mayoría de textos analizados por Wilson. Algo semejante me ha ocurrido con El bucle melancólico. Con la excepción de los de Unamuno, tengo la impresión de que la mayor parte de los poemas, canciones, ficciones, artículos, historias, memorias, que Jon Juaristi escrudriña tienen escaso valor literario y no trascienden un horizonte localista. Sin embargo, la agudeza del crítico nos revela, como en Patriotic Gore, en la misma indigencia artística o la pobreza conceptual de aquellos textos, unos contenidos sentimentales, religiosos e ideológicos que resultan iluminadores sobre la razón de ser del nacionalismo en general y del terrorismo etarra en particular. Un crítico que sabe leer es capaz de sacar inmenso provecho de la mala literatura.Con ayuda de Freud, Jon Juaristi llama melancolía a la añoranza de algo que no existió, a un estado de ánimo de feroz nostalgia de algo ido, espléndido, que conjuga la felicidad con la justicia, la belleza con la verdad, la salud con la armonía: el paraíso perdido. Que éste nunca fuera una realidad concreta no es obstáculo para que los seres humanos, dotados de ese instrumento terrible, formidable, que es la imaginación, a fuerza de desear o necesitar que hubiese existido, terminen por fabricarlo. Para eso existe la ficción, una de cuyas manifestaciones más creativas ha sido hasta ahora la literatura: para poblar los vacíos de la vida con los fantasmas que la cobardía, la generosidad, el miedo o la imbecilidad de los hombres requieren para completar sus vidas. Esos fantasmas a los que la ficción inserta en la realidad pueden ser benignos, inocuos o malignos. Los nacionalismos pertenecen a esta última estirpe y a veces los más altos creadores contribuyen con su talento a este peligrosísimo embauque. Es el caso del gran poeta William Butler Yeats, que en su drama patriótico irlandés Cathleen ni Houliban (1902) inventó aquella imagen -de larga reverberación en las mitologías nacionalistas- de "la vieja que pasó llorando", personificación de la Patria, claro está, humillada y olvidada, esperando que sus hijos la rediman. Jon Juaristi consagra a esta imaginería patriotera uno de los más absorbentes capítulos de su libro.Con perspicacia y seguridad, Juaristi documenta el proceso de edificación de los mitos, rituales, liturgias, fantasías históricas, leyendas, delirios lingüísticos que sostienen al nacionalismo vasco, y su enquistamiento en una campana neumática solipsista, que le permite preservar aquella ficción intangible, inmunizada contra toda argumentación crítica o cotejo con la realidad. Las verdades que proclama una ideología nacionalista no son racionales: son dogmas, actos de fe. Por eso, como hacen las iglesias, los nacionalistas no dialogan: descalifican, excomulgan y condenan. Es natural que, a diferencia de lo que ocurre con la democracia, el socialismo, el comunismo, el liberalismo o el anarquismo, el nacionalismo no haya producido un solo pensador, o tratado o filosofía, de dimensión universal. Porque el nacionalismo tiene que ver mucho más con el instinto y la pasión que con la inteligencia y su fuerza no está en las ideas sino en las creencias y los mitos. Por eso, como prueba el libro de Jon Juaristi, el nacionalismo se halla más cerca de la literatura y de la religión que de la filosofía o la ciencia política, y para entenderlo pueden ser más útiles los poemas, ficciones y hasta las gramáticas, que los estudios históricos y sociológicos. El lo dice así: "Creo que hay que empezar a tomarse en serio tanto las historias de los nacionalistas, por muy estúpidas que se nos antojen, como sus exigencias de inteligibilidad autoexplicativa, porque tales son las formas en que el nacionalismo se perpetúa y crece".Que la ideología nacionalista está, en lo esencial, desasida de la realidad objetiva, no significa, claro está, que no sirvan para atizar la hoguera que ella enciende, los agravios, injusticias y frustraciones de que es víctima una sociedad. Sin embargo, leyendo El bucle melancólico se llega a la angustiosa conclusión de que, aun si el país vasco no hubiera sido objeto, en el pasado, sobre todo durante el régimen de Franco, de vejaciones y prohibiciones intolerables contra el eusquera y las tradiciones locales, la semilla nacionalista hubiera germinado también, porque la tierra en que ella cae y los abonos que la hacen crecer no son de este mundo concreto. Sólo existen, como los de las novelas y las leyendas, en la más recóndita subjetividad, y aparecen al conjuro de esa insatisfacción y rechazo de lo existente que Juaristi llama melancolía. Por su entraña constitutivamente irracional deriva con facilidad hacia la violencia más extrema y, como ha ocurrido con ETA en España, llega a cometer los crímenes más abominables en nombre de su ideal. Ahora bien, que haya partidos nacionalistas moderados, pacíficos, y militantes nacionalistas de impecable vocación democrática, que se empeñan en actuar dentro de la ley y el sentido común, no modifica en nada el hecho incontrovertible de que, si es coherente consigo mismo, todo nacionalismo, llevando hasta las últimas consecuencias los principios y fundamentos que constituyen su razón de ser, desemboca tarde o temprano en prácticas intolerantes y discriminatorias, y en un abierto o solapado racismo. No tiene escapatoria: como esa `nación' homogénea, cultural y étnica, y a veces religiosa, nunca ha existido -y si alguna vez existió ha desaparecido por completo en el curso de la historia-, está obligado a crearla, a imponerla en la realidad, y la única manera de conseguirlo es la fuerza.Se equivocan quienes suponen que este libro sólo tiene interés para quienes están interesados en el problema vasco. La verdad es que muchos de los mecanismos psicológicos y culturales que él describe como fuentes del nacionalismo, resultan esclarecedores para un fenómeno, que por debajo de las diferencias de tiempo y espacio, es -y me temo mucho lo será cada vez más en el siglo que viene- universal. A mí me ha impresionado descubrir en el libro de Juaristi muchas coincidencias con las conclusiones a que llegué, analizando el fenómeno del indigenismo andino a partir de la obra de José María Arguedas, en La utopía arcaica: la misma invención de un pasado impoluto, con la greda del arte y la literatura, que acaba por tomar cuerpo y operar sobre la realidad, imponiendo sus mitos y fantasías sobre las verdades históricas. Pocos libros como éste explican, con ejemplos vivos, cómo y por qué nacen, y a qué abismos conducen, los nacionalismos.Para escribirlo se necesitaba no sólo talento y rigor. También, mucha fuerza moral y coraje. De sus páginas, deduzco que Jon Juaristi vivió en carne propia, desde la cuna y en el medio familiar, primero, y luego como militante, la tragicomedia etarra. Y que, como muchos otros compañeros de generación, fue capaz de tomar luego distancia y emanciparse de aquella enajenación, que, ahora, pone al descubierto en este libro admirable.

09 julio 2008

LOS MAS GRANDES POETAS DEL MUNDO

LA POESIA VANGUARDISTA LATINOAMERICANA
UNO DE SUS MAS GRANDES EXPONENTES ES CESAR VALLEJO.
Por PACO007
La poesía vanguardista latinoamericana: César Vallejo
Las primera mitad del siglo XX significó para la poesía latinoamericana un cambio fundamental en su calidad expresiva. Novedosas formas de métrica lírica, renovación del lenguaje poético, la incorporación de nuevos temas basados en la realidad concreta y social, determinaron una nueva época en la estética poética latinoamericana. La Vanguardia había comenzado, dejando atrás la clásica poesía influenciada por la métrica española y europea.Nombres como Vicente Huidrobo, José Luis Borges, Pablo Neruda, Juan Gris representan este original movimiento literario y poético. Pero más aún, existe Cesar Vallejo entre ellos, aquel que es considerado como el más (1892-1938) revolucionario, capaz de audacias linguísticas y figura capital de la poesía latinoamericana del siglo XX, el peruano César Vallejo.
Litografía dePablo Picasso, 1938
La obra vallejiana es especial, en el sentido de tener un carácter que rompe con todas las normas clásicas de una poesía “común” con respecto a la gramática, léxico, sintaxis y lógica comprensión del contenido poético. Ello hace que, hasta para los mismos hispanoparlantes (acostumbrados más a la armonía), sea dificil conectarse y captar espontáneamente y a plenitud el mensaje lírico que el autor desea trasmitir.El “Cholo” Vallejo nació un marzo de 1892 en las alturas andinas de Santiago de Chuco en el seno de una familia numerosa y humilde de raíces indigena-española. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Trujillo (norte del Perú) hasta trasladarse a Lima en 1917.
Un año después publicó su primer libro de poemas, Los Heraldos Negros (1918), uno de los más representativos ejemplos posmodernistas (como fase inicial y transitoria de su obra en general) y donde revela desde ya su fuerza emocional matizado con un permanente estado de tristeza y hasta pesimismo que caracteriza su obra conjunta. Declara su posición de compromiso ante el ser humano atormentado por una dialéctica existencial, entre si mismo y el mundo que lo envuelve ...
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,la resaca de todo lo sufridose empozara en el alma... Yo no sé!
Debido quizás a su condición de auténtico mestizo, Vallejo logra transmitir, como en muy pocas voces, el alma de la idiosincracia peruana, muy llena de añoranza y arraigo al ámbito familiar...
Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Ritade junco y capulí;ahora que me asfixia Bizancio, y que dormitala sangre, como flojo cognac, dentro de mí.
Acusado injustamente de fomentar disturbios políticos, es perseguido y, tras varios intentos de clandestinidad, apresado en 1920. Durante tres meses fué recluido en prisión, pasando esta experiencia a ser una constante en su vida y su obra y que se refleja en su siguiente publicación, Trilce (1922).La aparición de este poemario marca el momento fundamental en la renovación del lenguaje poético hispanoamericano, pues con él, Vallejo se aleja de los modelos tradicionales de rima, métrica y coherencia lógica de la expresión y contenido temático; desarrollando un nuevo estilo, muy personal, basado en nuevas construcciones sintácticas, complicados juegos de palabras, nuevas composiciones lexicales, pero sobre todo basándose en temas sobre la condición humana que nunca antes habian sido explorados...
Tumba de Vallejoquien reposa en el cementeriode Montparnasseen Paris.
Quién hace tánta bulla y ni dejatestar las islas que van quedando.Un poco más de consideraciónen cuanto será tarde, temprano,y se aquilatará mejorel guano, la simple calabrina tesóreaque brinda sin querer,en el insular corazón,salobre alcatraz, a cada hialóideagrupada.Un poco más de consideración,y el mantillo líquido, seis de la tardeDE LOS MAS SOBERBIOS BEMOLES.Y la península párasepor la espalda, abozaleada, impertérritaen la línea mortal del equilibrio.
El mismo reconoce su rebeldía poética cuando dice: “El libro ha nacido en el mayor vacío. Soy responsable de él. Asumo toda la responsabilidad de su estética...Quiero ser libre, aún a trueque de todos los sacrificios. Por ser libre me siento en ocasiones rodeado de espantoso ridículo, con el aire de un niño que se lleva la cuchara por las narices”.En 1923, Vallejo parte para Paris, residiendo en esta ciudad hasta su muerte en 1938. Su estancia en Europa fué marcada por la pobreza e inseguridad de un suramericano intelectual en medio de la ilegalidad. Se dedica al periodismo para sobrevivir, su producción creativa se ve estancada ante las problemas económicos y su salud cada vez más quebrantada. Por falta de dinero muere en la soledad de un hospicio parisino, hecho que ya lo habiá predestinado...
Me moriré en Paris con aguacero,un día del cual tengo ya el recuerdo.Me moriré en Paris - y no me corro-talvez un jueves, como es hoy, de otoño.
Póstumamente se publica toda su obra producida en Europa, bajo el título de Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1939). El indigenismo, el impacto de acontecimientos históricos como la Guerra Civil Española y su apasionada lucha por la justicia y solidaridad social son los temas que envuelven a Vallejo en esta su última etapa creativa.
Niños del mundo,si cae España – digo, es un decir-si caedel cielo abajo su antebrazo que asen,en cabestro, dos láminas terrestres;niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!¡ qué temprano en el sol lo que os decía!¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!
Debido quizás a su temprana muerte y a la complejidad de expresión y contenido de su obra, el poeta peruano permanece poco conocido. Fué a partir de los años cincuenta que la crítica literaria mundial descubre el talento y aporte vallejiano, calificándolo, hoy en día, como una de las voces hispanoamericanas más originales, vanguardista entre los vanguardistas y guía para los actuales grandes poetas de lengua Española.

08 julio 2008

Aprendiendo Con Las Flores!!!




Hello Mi gente!! que tal todos..?

Acá estoy de nuevo les traigo otra de las maravillosas columnas de PAULO COELHO, me encanta, esta es una de mis favoritas..... APRENDIENDO CON LA FLORES... tan bellas, tan hermosas.. flores preciosas.!!.. Besitos a todos. Hasta la próxima.-

APRENDIENDO CON LAS FLORES

Por qué continuar luchando

El lector Gerson Luiz cuenta la historia de una rosa que deseaba la compañía de las abejas, pero ninguna se le acercaba.

A pesar de todo, esta flor aún era capaz de soñar: Cuando se sentía sola, imaginaba un jardín cubierto de abejas, y que todas venían a besarla. Y conseguía resistir hasta el próximo día, cuando, una vez más, abría sus pétalos.

-¿No te sientes cansada? –alguien debe haber preguntado.

-No. Tengo que continuar luchando –responde la flor.

-¿Por qué?

-Porque si no me abro, me marchito.

Aprendiendo a ver

Buda reunió a sus discípulos y les mostró una flor de loto.

-Quiero que me digáis algo sobre esto que tengo en las manos.

El primero hizo un verdadero tratado sobre la importancia de las flores. El segundo compuso una bonita poesía sobre sus pétalos. El tercero inventó una parábola usando la flor como ejemplo.

Cuando le tocó el turno a Mahakashyap, éste se aproximó a Buda, olió la flor, y acarició su rostro con uno de los pétalos.

-Es una flor de loto –dijo Mahakashyap. –Simple, como todo lo que viene de Dios. Y bella, como todo lo que viene de Dios.

-Tú has sido el único que has visto lo que tenía en las manos –fue el comentario de Buda.

En busca de un sabio

Durante días, la pareja caminó casi sin cruzar palabra. Finalmente llegaron al centro del bosque, y encontraron al sabio.

-Mi compañera casi no ha hablado conmigo durante el viaje –dijo el chico.

-Un amor sin silencios es un amor sin profundidad –respondió el sabio.

-¡Pero ella ni siquiera me ha dicho que me quiere!

-Hay personas que no paran de repetir esto, y al final acabamos por desconfiar de sus palabras.

Los tres se sentaron sobre una roca. El sabio apuntó hacia el campo de flores que tenían a su alrededor.

-La naturaleza no repite constantemente que Dios nos ama. Pero lo podemos comprender a través de sus flores.

En la floristería

La mujer caminaba por un centro comercial cuando se fijó en el cartel: una nueva floristería. Al entrar, se llevó un susto: no vio ninguna maceta, ningún ramo, ninguna cesta, pero era Dios en persona quien atendía en el mostrador.

-Puedes pedirme lo que quieras –dijo Dios.

-Quiero ser feliz. Quiero paz, dinero, facilidad para hacerme entender. Quiero ir al cielo cuando muera. Y quiero que todo esto se conceda también a mis amigos.

Dios se dio la vuelta y abrió algunos botes que estaban en el estante, sacó de dentro algunos granos, y le extendió la mano a la mujer.

-Aquí tienes las semillas –dijo. –Comienza por plantarlas, que aquí no tenemos los frutos.

06 julio 2008

EL GRAN ESCRITOR Y SUS MEJORES ARTICULOS




MARIO VARGAS LLOSA - ACOSO Y DERRIBO OTRA VEZ

de Luis Yáñez, su portavoz en la Comisión de Asuntos Exteriores, el Partido Socialista (PSOE)


Ha presentado en el Congreso una propuesta para que España asuma en la Unión Europea, en lo que concierne al régimen autoritario peruano de Fujimori, el mismo liderazgo que ha tenido en coordinar con sus socios europeos una política de presión a la dictadura cubana de Fidel Castro en favor de los derechos humanos y la democratización.

Se trata de una iniciativa loable, que ha respaldado ya Izquierda Unida, y que los demócratas peruanos y españoles esperamos que obtenga el apoyo unánime de las fuerzas políticas representadas en Las Cortes, en especial, del Partido Popular de José María Aznar, que, conviene recordarlo, fue uno de los primeros en condenar, en términos inequívocos, el golpe militar del 5 de abril de 1992 que destruyó, a los doce años de recobrada, la democracia en el Perú. La propuesta es impecable, desde los puntos de vista jurídico y ético, además del político.

Ella recuerda que el 17 de julio de este año el Parlamento Europeo condenó al régimen peruano por sus repetidas violaciones a los derechos humanos y pide que Bruselas, actuando de manera consecuente, aplique a la dictadura de Fujimori, Montesinos y De Bari Hermoza la misma política que ha adoptado, gracias a España, frente a la dictadura cubana, supeditando la ayuda y colaboración europeas a los progresos que haga en los dominios de la libertad y la legalidad. En el Perú, no hay progreso alguno en estos dos campos, más bien -sobre todo, en las últimas semanas- violentos retrocesos.

Como si el gobierno se empeñara en dar la razón a Amnistía Internacional, que, en su último informe, señala que el régimen autoritario peruano comparte el deshonroso palmarés de los crímenes políticos, torturas, ejecuciones sumarias, detenciones ilegales, atropellos contra la libertad de prensa, interferencias telefónicas, envilecimiento de la Justicia, expropiación de la correspondencia, etcétera, con satrapías tan flagrantes como las de Nigeria, Birmania, Corea del Norte o Libia. A raíz de su iniciativa, el diputado Yáñez fue amenazado de muerte por un supuesto Comando Cinco de Abril, que llamó también a diversos medios de comunicación españoles.

Las llamadas, hechas desde teléfonos de Lima, delatan la mano sucia del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional), los predios desde los que Montesinos, De Bari Hermoza y demás miembros de la cúpula castrense que detenta el poder urden las grandes operaciones represivas y "sico-sociales" del régimen. La última de estas operaciones se consumó al amanecer del 19 de setiembre, cuando las fuerzas policiales ocuparon Frecuencia Latina, canal de televisión de Baruch Ivcher al que, mediante triquiñuelas jurídicas de grotesca factura, el régimen despojó de la nacionalidad peruana primero, para arrebatarle luego su empresa y entregársela a unos accionistas minoritarios, cómplices del desafuero.


La razón de ser de este despojo, perpetrado como un verdadero desafío a la comunidad internacional -pues, desde el Congreso de Estados Unidos hasta la Agencia Judía, pasando por todas las asociaciones de prensa del mundo, habían protestado contra el atropello- es alinear a Frecuencia Latina con la política de servilismo al gobierno que es la norma entre los grandes medios de comunicación desde el 5 de abril del '92. Lo era también la del canal de Baruch Ivcher hasta hace unos meses, en que denunció la colusión de jerarcas militares del régimen con el narcotráfico y los millonarios ingresos de Montesinos, asesor supuestamente ad honorem de Fujimori. Por este atrevimiento ha sido ahora castigado.

Veinticinco periodistas de Canal 2 renunciaron a sus cargos en el instante mismo que la Policía ocupó el canal, negándose a trabajar con los usurpadores. Antes habían librado una valerosa batalla, encerrándose en el local e informando sobre lo que ocurría, con verdadera temeridad. Quiero destacarlo -mencionando a los cuatro mosqueteros de la resistencia: Fernando Viaña, Gonzalo Quijandría, Iván García y Luis Iberico- no sólo porque esas actitudes son infrecuentes en el periodismo peruano, donde las últimas dictaduras -la de Velasco y la actual- han contado con la complicidad activa de buen número de hombres de prensa, sino porque, esas actitudes de independencia y decencia, en el Perú de hoy se pueden pagar caras.

Precisamente una de las explosivas denuncias que hizo conocer Canal 2, en su efímero paréntesis de libertad, fue la de un ex agente del SIN, Leonor La Rosa, revelando que este organismo tenía preparado un Plan Bermuda contra la prensa indócil, que incluía el asesinato de un periodista de oposición, César Hildebrandt, simulando un accidente. Los países que gozan de regímenes democráticos, y, sobre todo, aquéllos que, como España, han conquistado sus libertades y el imperio de la ley luego de padecer el agobio de una dictadura, tienen la obligación de ayudar a los que no están en esta situación a librarse de regímenes que, aunque de distintos signos ideológicos, como los de Fidel Castro y Fujimori, se asemejan porque pisotean los derechos humanos, privan a sus pueblos de las más elementales garantías y prolongan, en nuestro tiempo, aquella tradición de oscurantismo, prepotencia y abyección moral de la que la cultura democrática arrancó a la humanidad.


Esta es una política que, por supuesto, no debería ser asumida con cortapisas ideológicas ni hemiplejías pragmáticas. Si el régimen del general Cédrars, en Haití, o el del apartheid en Africa del Sur, eran condenables y merecieron un repudio de la comunidad internacional que facilitó su caída ¿por qué apuntalar al de China Popular, que trata a sus disidentes como aquéllos trataban a los suyos?El argumento que suelen oponer los adversarios de una política de acoso y derribo a las dictaduras por parte de las democracias es el especioso de la soberanía: habría que respetar ésta como un tabú sagrado, aun cuando, a su amparo, déspotas y rufianes amparados en la fuerza bruta perpetraran los más ignominiosos crímenes contra sus pueblos.


El argumento era falaz ya en el pasado, pero lo es mucho más ahora cuando, a raíz de la globalización y la interdependencia irremediable en que se hallan todas las sociedades unas de otras, la soberanía es cada vez más una fórmula retórica y cada vez menos una realidad sustantiva. Lo cierto es que debido a esta estrecha interdependencia resultante de la internacionalización de los mercados, los capitales, las empresas, las técnicas, las comunicaciones, cuando las grandes sociedades democráticas no hostilizan a las dictaduras, las ayudan a perennizarse.

Esa es la función que tienen las inversiones de capitales o las ayudas humanitarias o de cooperación técnica, que los gobiernos autoritarios automáticamente canalizan en su provecho, a veces, a la manera de un Mobutu, para llenarse los bolsillos, y, siempre, para fortalecer su poder y negociar la anuencia de la comunidad internacional con sus excesos. Apoyar una dictadura no es sólo inmoral para un gobierno democrático; puede ser también un pésimo negocio para aquellos empresarios del mundo occidental que, seducidos por los cantos de sirena con que los atraen los regímenes autoritarios, invierten en ellos y descubren, de pronto, como Baruch Ivcher, que la falta de estabilidad jurídica y la arbitrariedad que caracterizan a un gobierno de fuerza, pueden golpearlos también, el día menos pensado, despojándolos de todo lo que tienen. Y, viceversa, que la democracia, incluso imperfecta, garantiza a las empresas una permanencia y seguridad para trabajar impensables bajo una dictadura.

Es el caso de Chile, por ejemplo, donde, bajo los gobiernos de Aylwin y de Frei, los inversores extranjeros han obtenido beneficios mucho más elevados que cuando Pinochet. Y algo más importante: la seguridad de que ningún gobierno futuro vendrá a tomarles cuentas por lo que hicieron o dejaron de hacer al amparo del oprobio político. Así lo entendió el presidente Rómulo Betancourt, de Venezuela, en los años sesenta, cuando trató de persuadir a toda la comunidad democrática de una política coordinada para socavar a las dictaduras, de cualquier signo ideológico, y de apoyo activo a los demócratas que luchaban por derribarlas.


La doctrina Betancourt proponía que los gobiernos democráticos rompieran relaciones diplomáticas de manera automática con todo gobierno resultante de un golpe de Estado, sanciones económicas y una acción de denuncia y acoso en los organismos internacionales contra los regímenes de facto. Durante algunos años, de manera quijotesca, Venezuela practicó esta política, pero no tuvo seguidores, y por razones obvias: en América Latina proliferaban entonces las dictaduras. Hoy día las cosas han cambiado, regímenes como los de Castro y Fujimori son la excepción, no la regla, y quizá la admirable iniciativa de Rómulo Betancourt pueda ser resucitada y puesta en práctica.


Si ella dio resultados en Sudáfrica y Haití, podría darlos también en todos aquellos países sobre los que se abata la peste autoritaria. Sé muy bien que esto es difícil, porque, amparando su pusilanimidad o su falta de principios tras la cortina de humo del muchos gobiernos democráticos latinoamericanos mantienen con la dictadura peruana una tolerancia y complicidad tan repugnantes como las que guardan con la de Fidel Castro. Piensan que así se evitan problemas. Se equivocan garrafalmente.

La existencia de un régimen como el de Fujimori, una dictadura militar con el semblante formal de la democracia -gracias al fantoche civil que tiene al frente, a las rituales mojigangas electorales, y a los manipulados poderes legislativo y judicial- es un gravísimo riesgo para la democratización del continente, aún en pañales y precaria. Pues ha inaugurado un nuevo modelo autoritario, adaptado a estos tiempos, irrespirables para el clásico tiranuelo con entorchados, tipo Trujillo, Somoza, Rojas Pinilla o Batista, que guarda ciertas apariencias democráticas, pero conserva los mismos hábitos y prohíja la misma corrupción y brutalidad que las de antaño.

Desenmascararlo y combatirlo hasta que se desplome y la democracia retorne al Perú es, también, una manera de impedir que el mal ejemplo cunda. Ojalá los diputados españoles tengan presentes estas razones cuando debatan el proyecto del PSOE. Y ojalá España, que ya dio un ejemplo a América Latina de exitosa transición pacífica de una dictadura a una democracia, algo que reverberó felizmente en las transiciones equivalentes de Chile, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, lo dé, también, de una movilización activa de toda la clase política de una democracia moderna en favor de quienes, allá lejos, en el antiguo Perú, como los 25 periodistas de Frecuencia Latina que se han quedado sin trabajo y expuestos a todos los percances por su sentido del deber, resisten el renacer de la barbarie.

PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA MUSICA METAL





BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL -

PRIMERA PARTE
BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL -

PRIMERA PARTE :
06/07/2008 2008-07-06

Como es natural, para encarar una tarea como la propuesta en el título de estas líneas, es preciso retraerse algunas décadas atrás para introducirnos en la génesis del metal. En esta génesis, y al margen de las lógicas excepciones al caso, pueden distinguirse dos ramas iniciales, y que aquí, en tono desenfadado y con el único fin de identificarlas, llamaremos metal gamberro y metal pulcro (y que conste que con tales apelativos no se pretende juzgar o valorar de ninguna manera estos géneros).

Es difícil afirmar cuál fue primero, y en verdad éste es un problema que me ha traído algunos quebraderos de cabeza acerca de la genealogía del Heavy.
En cuanto a la primera rama, lo más lógico parece señalar los comienzos del llamado rock duro de los 70. Éste era un género diáfano y sin pretensiones cuyos primeros practicantes jamás pensaron en engalanar su arte con intelectualismos de ninguna clase, y en general nunca fue objeto de las alabanzas o el rechazo de la avantgarde (motivo por el cual, posteriormente y de manera subrepticia, el Heavy demudaría en un fenómeno alienado de las corrientes contraculturales oficiales, así como en un cierto victimismo o complejo que al parecer padece el metal frente a los géneros musicales intelectuales del siglo XX.


Pese a esto, no cabe duda de que la presencia de bandas tales como AC/DC, Deep Purple, Motörhead, Black Sabbath o Led Zeppelin ilegitimaba por entonces este prejuicio).
La segunda rama sería una versión más colorista, y hasta cierto punto más artificiosa, de los rockeros tradicionales. Así como los metaleros gamberros rondaban en los confusos límites entre el hard rock y el Rock tradicional, en ocasiones los representantes del metal pulcro estarían más próximos al rock californiano, al glam rock o al pop edulcorado que al espíritu duro.


Ejemplos de lo que decimos son las celebérrimas bandas Kiss, Twisted Sisters, Van Halen, Alice Cooper, Dio, etc. Asimismo, si como se ha dicho las bandas gamberras carecían de cualquier apoyo o andamiaje intelectual que hiciera de ellas y de su arte un fenómeno integrado, esto vale igual o más para las bandas pulcras, que, tal vez influenciadas por la cultura del bienestar imperante en la costa Oeste de Estados Unidos, raramente han dado muestras de gravedad o enojo.


Cabría preguntarse si todo fenómeno de arte transgresivo no está condenado a atravesar en sus primeros días una etapa de indiferencia por parte de sus contemporáneos, si no fuera porque las bandas de metal pulcras distaban mucho de ser la mitad de transgresivos que sus primos gamberros.



A todo esto, estas tendencias ya venían desdibujándose gracias a bandas pioneras como Judas Priest, Iron Maiden, Mercyful Fate, Manowar, Scorpions o Accept, que establecerían los pilares de lo que hoy entendemos por Heavy metal. Ambas vertientes dieron en fusionarse un buen día, allá por los albores de la década de los 80, con la aparición de un hijo híbrido llamado thrash metal.


Las homéricas grabaciones de Kill em all de Metallica y Show no mercy de Slayer en el mismo año (1983) señalan este nuevo maridaje de manera contundente, y que con la aparición de Fistful of metal de Anthrax (1984) y Killing is my business de Megadeth (1985) marcarían el poderío del metal norteamericano frente a la New Wave of British Heavy Metal y formaciones por entonces desconocidas pero de una importancia capital en el desarrollo del metal posterior --como los suizos Celtic Frost, cuyo primer trabajo de estudio, Morbid tales (1984), es una obra pionera en el ámbito del metal “oscuro”--.


De manera casi milagrosa, el tecnicismo electrizante de los puristas y la rabia desatada de los gamberros se unieron para dar forma a un fenómeno que no tardaría en introducirse en los hogares de millones de jóvenes ávidos de un renacimiento musical.
De la noche al día, o viceversa si se prefiere, las industrias discográficas, así como las del textil, instrumentos musicales o HI-FI de alta-definición, vieron sus arcas desbordadas por el afluir de interminables chorros de dólares que contribuyeron a reanimar la vieja carcasa del rock star, las macrocampañas publicitarias, los macroconciertos y las macrogiras, la Mtv… todo un festín de discos de vinilo y camisetas que llegaron en el momento justo para reavivar las brasas de una “cultura del fan” en horas bajas, y que sin duda las industrias antes mencionadas acogerían con no menos entusiasmo.


Llegados a este punto, es el momento de contextualizar el panorama musical de aquellos años. A mediados de los 80 la escena del Rock atravesaba una hora relativamente improductiva; tras el apogeo mundial del Punk y el nacimiento de la música electrónica, se dio un lapso de vacilación en el que podría pensarse que el Rock había llegado a su punto crítico, y puede que así fuese, en cuenta de la proliferación de bandas “deconstructivistas” o “minimalistas” que dieron a los 80 un sabor genuino y que muchos aún hoy recuerdan con aires de nostalgia.


Los sonidos más underground de la contracultura musical vieron así el terreno abonado para su libre ejercicio, dando lugar a subgéneros como el Hardcore, la New Wave o el llamado noise neoyorquino, cada uno de los cuales engendraría una fauna particular de adeptos y seguidores.
Sin duda éste era un momento favorable para la música Heavy, que no tardó en subirse a la vanguardia del “corrosivismo” con una faceta más controvertida que ninguna de las conocidas hasta entonces: el death metal. Alentados por el éxito de grupos insignes del thrash como Venom, Destruction, Sodom, Kreator o Sepultura, hacia finales de los 80 ya existía todo un panorama de nuevas bandas atraídas por una estética macabra y un sonido apabullante.


De nuevo los amigos norteamericanos contribuyeron de manera notable a establecer las bases de un género decididamente corrosivo y siniestro, con bandas puntales como Morbid Angel, Cannibal Corpse, Death, Deicide, Dark Angel, Possessed y Obituary (cuya formación bajo el nombre Xecutioner ya había perpetrado las primeras maquetas de death metal en… ¡¡1982!!), sin olvidar la inestimable alianza de bandas británicas como Napalm Death, Carcass y Bolt-Thrower, o los griegos Rotting Christ.


A todo esto hay que agradecer, como es prácticamente insoslayable en este tipo de reseñas, el trabajo de los principales sellos discográficos que apostaron por estos géneros en sus inicios: Mosh, Peaceville, Earache, Nuclear… etc, todos ellos auténticos filántropos cuya contribución a la música de finales del siglo XX es hoy digna de encomio.



No hay que perder de vista que, durante los primeros años del death metal, el Heavy en su definición más pura aún no había dicho su última palabra, ni mucho menos. Como evidencia de esto, en 1990 ve la luz la milagrosa grabación del que, en opinión del autor de estas líneas, es el mejor disco de Heavy metal de todos los tiempos: el portentoso Painkiller de los siempre vivos Judas Priest. En este disco se reafirman los mejores atributos del Heavy en su acepción más clásica pero también intensamente moderna. La claridad y firmeza de las composiciones, los riffs, la ejecución de cada uno de los músicos (un auténtico seminario de cómo debe tocarse y componerse Heavy metal), incluso la magnífica producción de sonido…


todo ello consolida esta obra como una cima todavía invicta en su género, y es tal vez un punto de partida a la segunda juventud que experimentaría el Heavy metal en la década de los 90.
No menos importantes serían las “obras de madurez” de Slayer --Reigning blood (1986), South of Heaven (1988), y Seassons in the abyss (1990)--. Tres discos consecutivos que alcanzan sin paliativos la cumbre de la elegancia y el metodismo en el metal. Si bien la conflictiva banda norteamericana ya había ensayado interesantes acercamientos a un metal sofisticado a la vez que energético en sus trabajos anteriores, con Reigning blood los de Huntington Beach parieron una obra maestra incontestable cuya esencia perfilaría el sólido estilo de sus creadores.


Estos tres discos son un elenco de maestría e inspiración metaleras, con un providencial Pete Lombardo a la batería y unas composiciones que destacan por su brillantez a manos de unos individuos que, seguramente sin proponérselo, inscribieron su nombre en la historia de la música.
Toda esta oleada de controvertidos estilos y maneras impensables de concebir la música representa un fenómeno cuanto menos curioso desde el punto de vista tradicional del término.


Palpita en estos géneros una percepción fatalista del mundo que hunde sus raíces en las corrientes milenaristas, apocalípticas e inconformistas del siglo XX, y que, de manera tangencial, podría equipararse a otros movimientos inconformistas de este siglo.
No obstante, en mi opinión el metal nunca ha pretendido formar parte (al menos conscientemente) del rumbo general de la contracultura, y aún dista mucho de proponer planteamientos innovadores desde el punto de vista estructura/forma como lo han hecho otros géneros del siglo XX (en próximas entregas veremos por qué el metal está más emparentado con concepciones clasicistas de la música que con las formas características de la posmodernidad).


Lo destacable en el metal (o en la actitud del metal) debe buscarse en una visión de desengaño frente a las utopías que rigen el mundo y que, tras el secularismo y el malestar de la cultura en Occidente, ha sembrado una sombra de escepticismo y desasosiego donde antes había credulidad e idealismo inocente. Dicho escepticismo o malestar, qué duda cabe, es un ingrediente absolutamente necesario en el avance de una cultura laica, librepensante y en continua metamorfosis como la nuestra.Hasta aquí la primera entrega de “BREVE HISTORIA DE LA MÚSICA METAL”.



Rogamos disculpen cada una de las omisiones de bandas que a juicio del lector pudieran ser relevantes, pero el gran número de las mismas hace que debamos afinar al máximo para lograr una exposición al gusto de todos. En el próximo apartado, “Los 90: Furia y preciosismo”, nos centraremos en una década que trajo importantes cambios al entorno musical que nos ocupa, con especial atención a la “Escuela escandinava” y el power metal, así como a buena parte de los géneros sub especie que de esta gran matriz llamada metal han devenido con el paso de los años.



05 julio 2008

LOS MAS GRANDES POETAS DE TODOS LOS TIEMPOS

















SONATINA


La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor..

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo en cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Rubén Darío (1867-1916)

03 julio 2008

Estar En Ti.!!!



Estar En Ti.!!!

Zahira:

Quise convertirme en aire
para llegar hasta ti en un momento
quise rozar tu rostro
apesar de la tormenta que impide
la llegada de mi viento a tu cuerpo.


Zahira:

Quise poco a poco saborearte
perderme en tu ser,
en tu esencia,
en tu alma,
en tus besos.


Paco:

Quise penetrar en la lejanía de tu voz
para quedarme para siempre contigo
acariciarnos en la eternidad de una ilusión...
tal vez ya somos un solo corazón!!!

01 julio 2008

POR LA NECESIDAD DE ABRAZAR!!!


Cuando sentimos la necesidad de abrazar!!

Se disparan nuestros sentidos buscando la excusa,
el momento adecuado,
el instante preciso de pedir un abrazo...
es tener la necesidad de viajar
atravez de miles de kilómetros
para sentir unos brazos protectores,
un aliento cálido...

Es convertir la fantasía en deseos,
el tenerte, el quererte,
el por favor necesito tus besos...

Cuando siento la necesidad de abrazar,
solo te tengo a ti en mi pensamiento...
te abrazo aunque no lo sientas,
te abrazo aunque ni lo creas..
solo estamos tu y yo en ese abrazo
que traspasa hasta el tiempo.

Ese momento único,
la maravillosa sensacion de sentir que somos uno...
ese abrazo que me brindas,
aunque no te tenga físicamente,
es el que me ayuda a seguir cada día,
el que me da vida, el que alimenta mis sueños...

Zahira Názara