Alejé mis manos
de tu cuerpo,
mi boca de tu boca
mis ojos de tus ojos,
sentí la plenitud
casi perfecta
de ser libre,
como mi pensamiento
como mi manera de ser.
Andube así
por dias
y por meses,
acariciando azucenas
y besando
con frenesí
las rosas té,
que alimentan mi alma,
seguro estoy
que sentí la frescura
de los vientos,
aleteando
la noche azul,
que besaba mi cara.
Adormecido
de tanto amor,
atravecé
los túneles del tiempo,
y sumergido
en una orgía musical,
cantaba
las melodias más bellas
y sobre una humilde
estrella me puse a llorar.
1 comentario:
Bravo, tio,
bravo, qué asco das...ultimamente te adoro, tio, me encanta lo que escribes, y cómo lo escribes..H_
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