23 abril 2012

TU Y ELLA


que adorabas tanto el vuelo...

El viento se ha vuelto inclemente
y se desliza por entre tus alas.
El frÍo crudo y riguroso
congela tu incierta alma y desde
lo alto, observas la rutina
cotidiana de Ella...
Muerto ayer, hoy convertido
estàs en el ave más gustado y
admirado por tí: el colibrí o
Chupamirto o ave del amor.
Algo o alguien permitieron que
conservaras parte de la memoria
de tu vida anterior.
¡Y la recuerdas! Sin dañarte,
sin lastimarte. Es una cosa muy
extraña, muy rara.


y



Ella está ahí,
en ese mismo lugar.

Su sonrisa encantadora brota espontànea
de su dulce boca. Suelta chascarrillos, llenos
de humor que le celebran los que le rodean.
Sin embargo al fruncir el entrecejo, por un
instante trasluce su vaciedad.
Ella por instantes te recuerda.
A veces, al cocinar o al hacer el amor.
Se recriminó muchas veces el porqué
te alejo de su vida. Si de todas formas
lo que sucediò, no logró evitarlo o no quiso
hacerlo. Lo cierto es que intentó olvidarte,
pero no lo consiguió. Nunca logró sacarte de
adentro de ella misma. Ella extraña desde tu
sonrisa hasta el aroma inequívoco de tu cuerpo.

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