24 junio 2012

A ALGÚN CAMPESINO (EN EL DÍA DEL INDIO)


El sólo veía... 
El surco que deja la yunta, el hambre por marabunta, 
La miseria que asusta, y el trabajo que abunda. 
El solo oía... el lamento triste, un llanto amargo, 
La vida en letargo, y un grito largo 
Por aquello que maldeciste. 

El sólo sentía... 
Una gran desesperación, un coraje inusitado 
y contenido, un vacío en él estomago, 
La ignorancia en maldición, un derecho no tenido, 
Y la muerte de su vástago. 

El solo sabía... la paciencia que tendría, 
El día que llegaría, que todo cambiaría, 
Que esto acabaría. 
El sólo pidió... paciencia a su rencor, 
Pasión a su valor, para poder luchar 
Contra su opresor. 
Mientras, el maíz en el surco crecería. 

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