Caminando lentamente
como admirado de algo
así voy sujeto
a mis impulsos
que me obligan a buscarte
y sin embargo
aun no te hallo y sigo;
mis huellas quedan
cuadriculadas de frío
sedientas de calma
y no puedo
camino dibujando
con mis ojos tu destino;
imaginando aquellos
besos triturados por los años,
caminando miro el cielo
tus ojos bellos
tu piel te terciopelo
tu carita vespertina;
y tus cabellos dorados
que se mecian traviesos
en mi rostro,
y sigo caminando
sobre espuma
no siento viento
no siento frío;
las calles quedan vacías
y tu no estas,
mis huellas ya consumadas
por cansancio se van
rindiendo como palomas
exhaustas
cansadas de andar por el aire;
y yo que apuro el paso
y elevo mis ojos al cielo
cantando siempre cantando,
te veo llegar hacia
mis brazos riendo
con tus ojos de cielo
y una esperanza
quizá una ilusión,
que se acerca hacia la lejanía
de mi pasión.
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