Es poco demostrar
la certeza de ser libres,
es poco demostrar la casi
exactitud de nuestros sentimientos,
tarde se hace cuando tardas
y así sigue el ritmo
de ser animales que pensamos
que discutimos y que sabemos
por que hacemos lo que hacemos,
cuanta historia se va día a día
como se va el viento,
inclinando su olfato
para ver si queda alguien,
duras las horas
que diariamente pasan
escondiendo las penas
y divisando las alegrías
de quienes pueden ser alegres,
la misma rutina elaborada
por nuestras mediocridades,
las mismas cosas
siempre lo mismo
en dos dimensiones,
los de arriba aquellos
que se adueñan de todo
porque se creen predestinados a ser
y tenerlo todo,
y los de abajo aquellos
que diariamente viven sojuzgados
siempre sirviendo
siempre al margen,
es hora de que los campos
sosieguen sus rutinas
y emprendan la marcha
hacia el futuro,
la marcha irreversible de la vida.
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