Hoy empezaré un tiempo nuevo,
beberé los vientos que se postran en mis manos
y sembraré de ilusiones los surcos de tu rostro,
andaré lejano degustando tu sonrisa,
suavisaré tus curvas sobre la piel del agua,
caminaré lentamente sobre tu alma
y escucharé la palabra aún no dicha
que suena en mi oìdo como llanto de violines,
percibiré las formas de tu vibrante cuerpo
cabalgando tritones hacia mis arrecifes;
ya es hora de cultivar el aire
para que la tierra se embarace de tristeza,
y asi intuiré las caricias de la ausencia
y aunque aún no conozco tu rostro
ten por seguro que en el labraré mis gustos,
y al final de una mañana eterna
cosecharé los delicados lirios
de cortesana y virgen,
porque tengo la acertada percepción
que ya está cerca la distancia para irrumpir tus entrañas
y cortar las raices de tu abortado gozo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario