Cuando te conoci entendi que todo sería diferente.
Iba sintiendo poco a poco aquello que es común,
aunque pensaba sentir solo yo esas cosas.
Sinembargo en algo fuiste especial para mi,
aunque tal vez también te fui especial.
Hice un cerco en medio del cual estabas tu.
No fue una càrcel, no fue un encierro.
Yo jamás había sentido un amor tan grande.
Diría mejor que hasta que te conoci,
no había tenido la sensación común de amar a alguien.
Todo fue transcurriendo en soledad y la rutina perversa
fue calcinando en tus entrañas ese amor
que yo creía haber tenido porque yo te quise tanto.
Y pasaron los días y los meses y los años.
Yo no sé si tú llegaste a quererme,
pero lo único que si se que te sentía distante
y en las noches el placer se corrompia o simplemente,
se socializaba dejando cierto espanto.
Luego vinieron los ocasos y después de los ocasos,
nuestra unidad se fue resquebrajando.
Y todo lentamente se fue alejando,
alejando y alejando hasta sumergirse en un océano,
donde naufragó ese amor tan distante.
Y ahora que el olvido se llevó las alegrias,
que mi torpe corazón siempre sintió
y ahora que está todo destruído vuelvo a evocarte,
regreso a decirte vida mía donde estuviste,
en el momento que mi existencia te regaló un suspiro
y una rosa con olor a muerte.
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