Todavía conservo tu voz
también tu no te quiero
y tus besos de fuego.
Conservo igualmente
la indiferencia que mostrabas
ante todo lo que te contaba.
Todavía llevo impregnado
la fragancia de tu boca
el desvió de tu mirada
y la pena que me dejabas.
Todavía estas caminando
con la risa en los labios
aquella risa que jamas fue mía.
Aun esta en mis oídos
el ¡lárgate de mi vida!
el no te aguanto.
Aun veo tu amargura
en los días cuando te buscaba.
Todavía vive conmigo el silencio
la soledad y la ausencia
de lo mucho que perdiste conmigo.
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