Hoy quiero evocar
el minuto más intenso
de tu cuerpo.
La distancia más húmeda
de tus labios.
Necesito acorralar
palmo a palmo
tu piel saciada.
Quiero desvestir tu tiempo
como a estatua obscena
que recrea mi pensamiento.
Quiero rociar tu día
con la lluvia agitada
que exhala mi cuerpo.
Necesito navegar
por el mar de tu sonrisa
y naufragar en la ola más salvaje
de tus aguas.
Tú mi jardín prohibido
donde devoro
el fruto de tu cuerpo.
Yo cicatriz de tus heridas
huella fatigada
del insaciable fuego
de tu almohada.
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