Alguien camina apurado
ha dejado de tras de el su vida
camina con prisa de ave
y se bifurcas por trochas de silencio
sigue su marcha inmortal
esta seguro de encontrar su destino
no esta solo hay un séquito
de gente bulliciosa que no respeta
su andar mortecino
nadie se ocupa de su tiempo
y el hombre prosigue caminando
llevando en la memoria su rutina
y saborea paso a paso la tierra
que se agolpa raudamente a su silencio
como hojas en sus labios peregrinos
aún le falta más camino
no recuerda no se inmuta con nada
zigzaguea es baldío el suelo que lo abraza
pero hay algo que lo saca de su tiempo
que lo inquieta de repente y se detiene
ya cerca estaba de llegar a su destino
un olor sudoso como viento
que se impregna en su cansancio pegajoso
tal vez fue un amor ignoto de su tiempo
o quizá el abrazo humedecido de la muerte.
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