Taciturno como romance
que se aleja sutilmente
y en el silencio lúgubre
encuentra una plegaria,
quien puede abrazar la tierra
el día de su onomástico
y entregarle un lirio
para que se multiplique
en homenaje Dios?
he brotado de los hambres
de mi patria,
del dolor de muchas soledades
y ahora estoy
buscando mis ideas
perdidas en la lumbre de tus ojos
que semejan olas vacías de amor,
acaso me interesa la vida?
mientras los niños
se revuelquen en su hambre
y mientras las madres
arrugadas de miedo
sigan caminando
y echando al viento
las caricias que un día
dejaron en la cara de sus hijos
que ahora no son,
hoy solo necesito
guardar mi corbata
en el trompo del tiempo
sin decir adiós.
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